Toros en la trinchera

DP
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El escritor Andrés Sánchez hizo un repaso de la tauromaquia durante la Guerra Civil

Toros en la trinchera - Foto: Óscar Navarro

La Peña Taurina Palentina recibió el pasado miércoles, dentro de su ciclo cultural, a Andrés Sánchez Palacios, profesor de Economía salmantino, escritor y estudioso de la fiesta de los toros, quien presentó su último trabajo: La Tauromaquia durante nuestra Guerra Civil. Un triste periodo de la historia de España en el que los festejos taurinos, con gran arraigo popular, fueron el principal espectáculo durante la contienda, teniendo en ambos bandos la finalidad de levantar los ánimos y recaudar fondos. 

En un primer bloque, el conferenciante habló de las plazas de toros, comenzando por la madrileña de Las Ventas que sería colectivizada por un comité de la Unión de Picadores y Banderilleros, adscritos a la UGT y a la CNT, y utilizada para dar festejos taurinos a favor de los Hospitales de Sangre. Tras la ocupación de Madrid por los nacionales, Sánchez citó la gran corrida de la victoria, celebrada el 24 de mayo del 1939, presidida por Francisco Franco y en la que, con el éxito asegurado, actuaron Marcial Lalanda, Vicente Barrera, Domingo Ortega, El Estudiante, Pepe Bienvenida y Antonio Cañero.

El escritor siguió con La Maestranza sevillana, utilizada en los primeros días de la contienda por las tropas de Queipo de Llano como lugar de reclusión y ejecución de numerosos simpatizantes de la República, para contar que después se celebraron festejos taurinos con fines propagandísticos con toreros afines al Movimiento, como El Algabeño, Manolo Bienvenida, Domingo Ortega, Victoriano de la Serna, Juan Belmonte al que obligaron a reaparecer, Fuentes Bejarano, Cayetano Ordóñez y Manolete, joven promesa propagandística de la contienda.

Su recorrido continuó por la plaza de Badajoz de la que comentó la utilización que se hizo, una vez ocupada la ciudad por el coronel Yagüe, para asesinar a un elevado número de republicanos, 4.000 según la versión republicana, aunque fuentes del otro bando consideran que fue un invento. 

Recordó también la vieja plaza de Palencia, donde una novillada de Ignacio Encinas, programada para el 18 de julio de 1936 fue suspendida. Posteriormente, el coso fue utilizado como centro de reclutamiento y garaje.

El segundo bloque lo ocupó la cabaña brava, que fue sacrificada en su mayoría por el bando republicano en la provincia de Madrid y seriamente diezmada en Castilla La Mancha con el fin de alimentar a las tropas y, en algunos casos, como venganza contra los acomodados latifundistas partidarios del golpe militar. Venganza que llegó al asesinato de varios de ellos como Tomás Murube, Emilio Bueno, Juan Manuel Puente, El Duque de Veragua, Cristóbal Colón y Aguilera, José Aleas y Argimiro Pérez Tabernero con tres de sus hijos.

las tropas. En el tercer bloque, el conferenciante abordó las partes implicadas en el conflicto, citando por el bando republicano a un número importante de subalternos que lucharon en el frente. Mencionó la 96 Brigada Mixta, conocida por la Brigada de los Toreros, dirigida por Litri II, Fortuna Chico y Guillermo Martín. Destacó la actuación de tres modestos matadores: Saturio Torón, Bernardo Casielles y Melchor Rodríguez. Dirigieron el ataque al Cuartel de la Montaña. Este último, conocido como El Ángel Rojo, fue delegado de Prisiones en 1936, en sustitución de Clara Campoamor. Se cuenta que salvó de morir ejecutados a 1.500 presos facciosos que estaban en la prisión de Alcalá de Henares, entre ellos a Serrano Suñer, los hermanos Luca de Tena, Raimundo Fernández Cuesta y al torero Nicanor Villalta.  

En el caso del bando de los sublevados, explicó que la mayoría de los toreros eran muy conocidos, caso de Marcial Lalanda, Domingo Ortega, Vicente Barrera, El Algabeño, los Bienvenida, Juan Belmonte y los Dominguín, aunque alguno de sus miembros mantuvo posiciones próximas al Partido Comunista.

Andrés Sánchez Palacios concluyó su exposición con un alegato a favor del diálogo y  la concordia, señalando que «los toros siempre fueron un punto de encuentro entre los españoles, al margen del credo político de cada uno» para terminar citando a Cicerón: «Prefiero la paz más injusta a la más justa de las guerras».

El próximo jueves será la última de las charlas programadas dentro del XXXVI Ciclo Cultural Taurino de la Peña y para clausuralo visitará la sede Fernando García, propietario de la ganadería charra de Adelaida Rodríguez, puro encaste Atanasio-Lisardo.