El pasado domingo Arturo Álvarez (prácticamente lo había anunciado la víspera) daba los primeros minutos oficiales en la LEB Oro a un jovencísimo jugador palentino, aún cadete, Mario Castro, en el duelo que el Destino Palencia ganaba al Ourense.
Fue una bonita noticia para empezar el año (todo un regalo de Reyes), con unos pocos centenares de aficionados como testigos desde las gradas y muchos más a través de la retransmisión de La 8, que ha tenido una repercusión nacional por la web de la FederaciónEspañola de Baloncesto (FEB).
Pablo Romero habla en un reportaje de la LEB Oro de ese 1:46 que Mario estuvo en cancha tras sustituir a toda una referencia como Nico Richotti, con apenas 15 años, 10 meses y 16 días. Se convertía en el más joven en vestir la camiseta del Palencia Baloncesto y el tercero en la historia de la categoría, tras Gabriel Alzamora (Inca, 1999-00) y Javier Marín (CAI, 09-10), adelantando a Miguel González (Valladolid, 14-15) y el hoy ACB en el Unicaja, Rubén Guerrero (Clínicas Rincón, 11-12).
SU TÉCNICO. Arturo Álvarez explicaba en www.feb.es que cuando llegó a Palencia el pasado verano, «una de las pautas marcadas por el presidente Gonzalo Ibáñez fue que pudiéramos construir un puente entre la cantera y el primer equipo. Para mí supone todo un reto de esos que ilusionan de una manera especial y creo que lo estamos consiguiendo».
«El debut de Mario Castro es el mejor ejemplo de la filosofía que queremos llegar a tener como club, un claro exponente de lo que queremos ser. Desde que dimos comienzo a la temporada, hemos tenido a un par de jugadores en dinámica del primer equipo ya que, tanto el propio Mario como Adrián Froufe, han sido parte de nuestro día a día demostrando que estamos en el buen camino», añade.
Y, tras destacar la colaboración con los coordinadores de la cantera del CD Maristas, Iñaki y Claudio, habla de un futuro donde «pueda haber más chicos palentinos en el primer equipo. Nos gustaría que en el plazo de 3-4 años pudiéramos tener al menos un jugador por posición», algo que ayude a los chavales a «trabajar con la ilusión de que el primer equipo puede ser una realidad».
Toda una declaración de intenciones de futuro para una cantera que, sin lugar a dudas, puede encontrar en esas palabras, en el debut de Mario y en la presencia de Claudio en el cuerpo técnico del primer equipo todo un incentivo.