Mejor dos que ninguna. La Vuelta a Palencia, que recupera su denominación original y hasta su número de edición, la quincuagésima tercera, tendrá en esta ocasión dos etapas (en vez de las cuatro de su reaparición). Pese a este recorte del 50%, motivado por las consecuencias del Covid y el lastre económico de la pasada edición, la de Palencia es una de las pocas del calendario nacional amateur que se van a celebrar en esta temporada.
La organización, el Montaña Palentina de Cervera de Pisuerga, ya tiene cerrada la inscripción. Serán 16 equipos participantes, formados por 6 corredores. Finalmente, habrá dos y no tres conjuntos extranjeros en la línea de salida, dado que el equipo belga admitido no tiene permiso de las autoridades de su país a causa del Covid. De esta manera, tomarán parte el Sicasal portugués y el Colnago colombiano, afincado en Tarancón.
Los cinco primeros del ranking nacional sub’23, Lizarte, Kometa, Caja Rural, Valverde y Tres Anclas estarán en la línea de salida. De los 96 corredores, habrá un corredor palentino, el ventabañense Santiago Martínez, que este año milita en las filas del Eulen.
Dadas las escasas pruebas celebradas, es complicado elaborar una ajustada valoración de los corredores. Podrían darse cita los tres primeros del Nacional, Javier Romo (Baqué), Jokin Murguialday (hijo del que fuera ciclista del BH de Javier Mínguez y ganador de una etapa del Tour), y Eduardo Pérez Landaluce (Kometa). Los internacionales en el último Europeo Raúl García (Lizarte), David Martín (Kometa) y Jon Barrenetxea (Baqué) o el líder del ránking nacional, Vicente Herranz (Kometa),
Las dos etapas de esta edición se desarrollan en el norte de la provincia de Palencia, con la montaña, lógicamente, como protagonista. Más bien, la media montaña, dado que los colosos palentinos Golobar y Piedrasluengas no se ascienden, como tampoco el leonés San Glorio, habitual en otros años.
Serán dos etapas muy parecidas y no sólo por el kilometraje, ambas de 128 kilómetros, sino por el perfil quebrado, constantes puertos y carreteras estrechas. Todo ello ideal para emboscadas y lucha sin cuartel.
La ronda arranca en la localidad en la que se asienta el club organizador, Cervera de Pisuerga. Tras el giro en Salinas comienza el baile, un sube y baja constante, con ascensiones a duros puertos, entre ellos el Golobar hasta Salcedillo. La meta será inédita, en un alto calificado generosamente de primera, el impresionante Mirador de Valcabado.
Inédita también es la salida de la segunda etapa en Castrejon de la Peña. La Ruta de los Pantanos tomará protagonismo y antes de la llegada en Velilla, tres puertos en los últimos 30 kilómetros,