Marcos apuesta por la bioeconomía y la agroalimentación

Carlos H. Sanz
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La consejera de Agricultura y Ganadería defiende que centrar las estrategias en el desarrollo sostenible generaría 10.000 nuevos empleos hasta el 2030, el 80% en el medio rural

Marcos apuesta por la bioeconomía y la agroalimentación - Foto: Brágimo

La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Milagros Marcos, aseguró ayer que realizar una apuesta por la bioeconomía y la economía circular en el sector de la agroalimentación generaría más de 10.000 nuevos puestos de trabajo hasta el 2030, el 80 por ciento en el medio rural de la Comunidad. Así lo defendió en unas jornadas que sirvieron para abordar las oportunidades que generará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el cambio climático para el sector agroalimentario y en las que Marcos reiteró que una economía sostenible sería una «oportunidad» para el medio rural.

Marcos afirmó que con la aplicación de la estrategia de bioeconomía agroalimentaria, presentada por la Junta hace unas semanas, teniendo en cuenta los criterios que establece la Dirección General de Competitividad de la Unión Europea y los estándares de la Comunidad, se podrían «generar hasta el año 2030 unos 10.000 nuevos puestos de trabajo en Castilla y León vinculados a las nuevas actividades de bioeconomía y de economía circular, haciendo el sistemas más sostenible».

Por ello, recalcó, el Ejecutivo autonómico está avanzando en el aprovechamiento de los retos de sostenibilidad vinculados al cambio climático que, dijo, están afectando directamente al sector primario con diferentes adversidades como las sequías, las inundaciones o las plagas. «El cambio climático ya está condicionando el sector primario, que es la base de esta industria», explicó.

Una problemática a la que, explicó, se puede contribuir a poner freno de forma «decidida» para reducir su impacto con acciones y estrategias como la reducción de las emisiones de CO2 hasta un 20 por ciento con la modernización de los regadíos, de mejorar la competitividad de las explotaciones cultivando variedades adaptadas al cambio climático incrementando hasta un 30 por ciento la productividad, y de aplicar sistemas de eficiencia energética en la industria agroalimentaria para reducir emisiones y consumos.

En declaraciones a los medios, la consejera defendió el reto de reducir las emisiones y un compromiso que es la sostenibilidad ambiental, además del «gran objetivo» que es conseguir que el compromiso y el reto sea una oportunidad para la actividad económica del medio rural en Castilla y León, «de nueva economía de empleo y de lucha contra la despoblación en nuestro territorio».