Un concierto a cargo de la soprano Ana Clara Vera y del pianista Álvaro Rubén García sirve hoy, día en el que se cumplen 100 años de la inauguración  del Museo Arquelógico Provincial -y de la Biblioteca Provincial- en sendos salones del palacio de la Diputación, como punto de partida a la celebración de la efeméride. Después de haber permanecido cerrado durante casi 20 años, el 28 de octubre abrió de nuevo al público en la rehabilitada Casa del Cordón, unas instalaciones que desde 2010 han contabilizado 128.401 visitantes. «La media anual, en torno a 14.000, para una ciudad como Palencia y el museo -que es estrictamente arqueológico- resulta buena», afirma su director, Francisco Javier Pérez, quien explica que «cuando se montan exposiciones temporales de interés aumenta el número de visitantes». «La presencia de escolares -agrega- se mantiene estable a lo largo del año, y las pequeñas variaciones van en función de las visitas con entrada individual, ya sea  gratuita o de pago. Las actividades  extraordinarias son las que hacen subir las medias», concreta. 

«Son unas cifras bastante aceptables, pensando que a finales de los 90, cuando se inauguró, estábamos en 8.000, con la llegada del nuevo siglo se llegó a 10.000; en la última década el año que menos contabilizó fue 2012 con 12.051», asevera, y añade que, «curiosamente, es un año de crisis». En este sentido, Franciso Javier Pérez hace referencia a que «en 2013 solo ingresaron en el Museo 500 piezas, cuando lo normal son 5.000, y es que no hubo excavaciones a raíz de promociones de viviendas u obra pública». 

Desde 2017, el techo en cuanto al número de visitantes se dio en 2017, cuando se contabilizaron 17.121. Después llegaron las obras que mantuvieron cerrado el Museo desde septiembre de 2018 hasta octubre de 2020, año asimimo marcado por una pandemia que también se ha dejado sentir con las restricciones, como el cierre durante el mes de febrero.  De    octubre a diciembre de 2020, se contabilizaron 1.287 visitantes y en este 2021 junio finalizó a 30 de alcanzar los 4.000.

Casi 56.000, más en concreto 55.919.  Este es el número de piezas que ingresaron en el Museo de Palencia entre 2011 y 2020 (6.310 en 2016, 6.749 en 2019, 9.048 en 2015, 9.639 en 2018, por ejemplo). «Sale una media anual de 5.600 piezas», comenta Javier Pérez, y explica que «todas se revisan, se comprueban y cotejan con los inventarios que nos traen los arqueólogos. Algunas pasan a restauración,  otras son susceptibles de ser  expuestas y las hay que entran directamente a los almacenes». En la exposición permanente se exhiben unas 2.300. 

Entre las últimas piezas que han llegado al Museo, cabe destacar la localizada por un pescador en el Pisuerga, una fíbula de tipo ibérica típica del sur de la península. Es de la Edad del Hierro, y en la meseta norte apenas se conocían algunos ejemplares en la zona celtibérica de Soria, según explica el director Francisco Javier Pérez.

En la mirada atrás en el devenir del Museo de Palencia, no puede faltar la referencia a las obrasd. El plazo de ejecución era de ocho, pero mes a mes han pasado 24. En octubre del pasado año reabrió sus puertas una vez finalizada la rehabilitación de cubiertas, la sustitución de cerramientos exteriores y adaptación a la normativa. Una intervención promovida por la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del  Ministerio de Cultura y Deporte según el proyecto del arquitecto Luis Arranz, autor a su vez de la restauración y ampliación de la Casa del Cordón como sede del museo. El paso del tiempo no perdona, y transcurridos más de 30 años desde su construcción, las cubiertas planas y, sobre todo las carpinterías exteriores del Museo, presentaban un considerable deterioro. La cúpula central estaba en mejores condiciones, aunque se colaba el agua. El lucernario sobre la escalera y los miradores del cuerpo de talleres y biblioteca tenían unos obsoleto perfiles, degradados y ya inviable reparar, de ahí que la única solución posible fuera la renovación de la carpintería.

En el capítulo de intervenciones, destaca asimismo la cubrición de la terraza para su conversión en sala de exposiciones temporales, porque «era una de las carencias que tenía el Museo», manifiesta el director, y es que se consideraba «necesario» disponer de un espacio así.  Otra de las obras de «cierta envergadura» fue la envoltura  de la fachada pequeña de la calle San Marcos, que presentaba algunas grietas y  se cambió toda la carpintería metálica que cubría la escalera de caracol de la salida de emergencia.

Para celebrar este centenario, hoy tendrá lugar el concierto de AnaClara Vera y Álvaro Rubén García (a las 19 horas en el Museo) más una visita guiada a las 11,30, y la idea, según señala Francisco Javier Pérez, es concentrar las actividades conmemorativas en el último trimestre del año, que «es cuando mayor afluencia de público y disfrute suele haber de este tipo de propuestas». Así, habrá una exposición que podrá visitarse hasta marzo, y  un ciclo de conferencias y alguna actividad más. Además se presentará el libro coordinado junto a Javier Abarquero De la Prehistoria  a la Edad Moderna a través de 40 piezas del Museo de Palencia, editado por la Asociación de Amigos del Museo.

    «El Museo de Palencia es el museo de todos los palentinos, porque todo lo que está aquí es  de ellos, y nosotros lo único que hacemos es conservarlo, conocerlo y difundirlo de la mejor manera que podemos», subraya Francisco Javier Pérez.