En pausa después del difícil invierno

David del Olmo
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Marta García, ya recuperada de su lesión, sigue su rutina de estudios y entrenamientos, ahora desde casa

En pausa después del difícil invierno

Los atletas están viviendo el confinamiento en sus hogares con la lógica frustración de no poder salir a entrenar al aire libre como estaban acostumbrados, algo que ha tratado de paliar el Ayuntamiento proporcionándoles, como en el caso de Marta García (FCBarcelona) una elíptica para «poder hacer lo más parecido a correr. Estoy muy agradecida, me han dado la vida».

La mediofondista cree que «nunca desde pequeña había estado tan parada. Siempre he llevado una vida muy ajetreada, la diferencia ha sido tremenda. Sigo tratando de hacer la vida más parecida, me levanto pronto, me conecto al ordenador para seguir las clases que nos mandan los profesores, intento estudiar, mantener las horas de entrenamiento como siempre y las mismas sesiones aunque sean adaptadas. En definitiva, seguir una rutina». Yaprovecha para «trabajar cosas que durante el año no se hacen tanto, para fortalecer y prevenir lesiones».

Como estudiante de Medicina, cree que la pandemia «nos ha superado un poco. Quizás no esperábamos estar así hace tres semanas, no éramos conscientes hasta que ha llegado aquí. Incluso los profesores no lo tenían claro. Los servicios sanitarios están haciendo un trabajo excelente y el resto debemos hacer lo que nos toca, quedarnos en casa».

TEMPORADA. «Tuve la mala suerte de sufrir una lesión a principios de febrero, estuve parada dos semanas y justo estaba volviendo, había hecho la primera semana de series y de normalidad absoluta. Había mantenido la forma en ese tiempo y ahora que ya podía he tenido que parar», recuerda la atleta.

Antes había completado el invierno «más complicado de mi trayectoria. Aún así, en las pocas competiciones que pude hacer bien, rendí alto. En el Gran Premio de Valencia hice 9’11’’ [3.000 m], cuarta mejor marca nacional de la historia sub’23, aunque no pude estar en los grandes campeonatos. Logré medalla en mi Campeonato de España [bronce en 800 m], donde no quise correr mi prueba para tratar de afinar de cara al Nacional absoluto y al final me lo perdí. Pero me ha servido para entender que no siempre te van a salir las cosas perfectas», reconoce.

En verano «mi idea era preparar el 1.500 para ir a los campeonatos sub’23 y absoluto a luchar por todo. Había juegos del Mediterráneo sub’23, un Iberoamericano donde podía tener alguna opción de ir con la selección al haber Olimpìadas».