José Alberto García, Beto, el capitán del Deporcyl Guardo FS, cumplirá 39 años el 5 de noviembre y antes de eso, en 15 días, su mujer dará a luz a su segunda hija, motivo por el cual había decidido echarse a un lado, retirándose después demás de dos décadas jugando al fútbol sala.
Sin embargo, con la decisión tomada y comunicada al presidente, «llegué a casa y me dijo mi mujer que le daba mucha pena que lo dejara, que igual tenía que seguir otro año, aunque no lo pueda hacer de la misma manera. Luego mi hija me dijo que si ya no iba a poder jugar conmigo a fútbol después de los partidos. Y luego un aficionado, Mario, que va con nosotros a los desplazamientos, me enseñó una foto de una camiseta con mi número y me dijo ¿qué voy a hacer con ella, ahora que me la había comprado?. Y hablando con mi mujer, decidimos seguir».
Así podrá despedirse «en el campo. Porque después de tantos años en el equipo me haría mucha ilusión». Muchos años, pues a los 14 empezó a jugar, incluso llegó a entrenar con el Guardo, pero el fútbol no era lo suyo, «eso de mojarse no me iba, así que me volví al fútbol sala». Y desde los 16, entró en el equipo, de la mano de su padre, José María, quien «me metió en todo este jaleo [risas], lo cual le agradezco».

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