Educar con el oso pardo como reclamo

Rubén Abad
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Más de 7.000 escolares participaron en 2019 en los programas de la FOP

Educar con el oso pardo como reclamo

CEl domingo se celebró el Día Mundial de la Educación Ambiental, instaurado por Naciones Unidas en 1975. Una fecha  para reflexionar sobre su importancia y hacer balance de actuaciones. Así, durante 2019, la Fundación Oso Pardo (FOP) dio formación a un total de 7.125 escolares de más de 119 centros, entre colegios e institutos, dentro de los distintos programas de educación ambiental diseñados específicamente para los territorios oseros de la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. En concreto, durante el año pasado los programas se desarrollaron Cantabria, Navarra, Aragón y Lugo, y en León y Palencia en colaboración con la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.

Las actividades están enfocadas a mejorar el conocimiento sobre el entorno natural en el que viven los escolares y a concienciar de la necesidad de conservarlo. Estan van dirigidas a Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional. Además, se han abierto a campamentos escolares procedentes de otros territorios.

Dos de los ejes principales en torno a los que giran los contenidos son la Red Natura 2000 y el oso pardo, protagonistas de la naturaleza cantábrica y pirenaica, al funcionar como paraguas de protección para el resto de especies.

TRES PROGRAMAS. Actualmente, la FOP mantiene activos tres programas de educación ambiental. El más veterano es el Programa Huella, que ha llegado ya a varias generaciones de escolares de la Cordillera. En 2019 inició una nueva edición denominada Programa Huella Cantabria destinado a los escolares de esta comunidad con materiales renovados y nuevas actividades en torno a la Casa del Oso en Liébana. Los otros dos programas educativos se inscriben en el marco los proyectos europeos LIFE Natura 2000 + Oso y LIFE Oso Courel. 

El primero abarca a los centros educativos que se encuentran dentro de las dos áreas oseras más amenazadas: la subpoblación de osos de la Cordillera Cantábrica oriental, en donde viven alrededor de 50 ejemplares, y la subpoblación de los Pirineos occidentales, con cuatro ejemplares. Y el segundo tiene como destinatarios principales los centros escolares de la sierra lucense de O Courel y su entorno, área de expansión del oso cantábrico. Ambos consisten en actividades de aula y salidas al campo con materiales educativos.

TRUFA Y VAINILLA. El oso es una excelente herramienta de educación ambiental. Para aprovechar este potencial, los actuales programas educativos de la FOP incorporan un vídeo especialmente diseñado para los estudiantes de Primaria. Titulado Trufa y Vainilla, cuenta la historia de dos oseznas hermanas que muestran cómo es la vida de un oso cantábrico desde que nace hasta que se reproduce. 

De la mano de las dos osas, los escolares conocen las demás especies que las acompañan en los magníficos bosques de la Cordillera Cantábrica, y que componen una red natural que ha de ser conservada. Casi todo el área de distribución del oso pardo se encuentra dentro de la Red Natura 2000, la red de espacios protegidos de la Unión Europea que garantiza la conservación de la naturaleza más valiosa. Dar a conocer a los escolares esta red y su relevancia es otro de los objetivos de los programas educativos de la FOP.