Guantes, gafas y mascarillas en Jardines contra la tularemia

Carlos H. Sanz
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El Ayuntamiento reparte a sus operarios medidas de protección para evitar el contagio de la enfermedad, así como instrucciones para su correcto uso

Guantes, gafas y mascarillas en Jardines contra la tularemia - Foto: Óscar Navarro

Aunque la presencia de topillos en la capital es anecdótica y se concentra solo en algunas zonas de los barrios del Cristo y el Ave María, el Ayuntamiento ha dado orden al Servicio de Jardines de protegerse adecuadamente para evitar un posible contagio de tularemia. Ayer, el número de afectados en la provincia se mantenía en 28 casos y 34 en estudio.  

Desde hace semanas, los jardineros municipales que cuidan de los parques y zonas verdes de la capital trabajan con mascarillas, guantes y gafas, a los que se ha repartido, además, un documento con información sobre la tularemia y las instrucciones concretas para el correcto uso de las medidas de protección.

Desde el Servicio de Jardines, su responsable, Pepa Puertas, explica que son operaciones como la limpieza de las cuchillas de las máquinas de cortar el césped, las que mayores posibilidades de contagio de tularemia -y otras enfermedades- entrañan, por lo que siempre se hacen con mascarilla, gafas y guantes protectores. «Es una cuestión de higiene y seguridad en el trabajo», recalca Puertas.

A los jardineros municipales se les ha avisado de que las principales vías de transmisión son por contacto directo con animales infectados o muertos, la picadura de artrópodos, la mordedura o arañados de animales infectados, las heridas o cortes con herramientas contaminadas o la inhalación de polvo procedente de cadáveres o sus excretas. 

«En el caso de Jardines, la limpieza de la maquinaria de siega puede generar aerosoles o polvo contaminado, siendo necesario el uso de mascarillas», advierte el documento que se entregó a los operarios del Ayuntamiento el mes pasado. 

Como medidas de prevención,  los jardineros tienen prohibido «comer, beber y fumar» durante la realización de las diferentes actividades laborales, y deben lavarse las manos con agua y jabón cuando acaben su trabajo, utilizar repelentes de insecto y cubrirse con apósitos impermeables cualquier corte o herida.

Y, por supuesto, utilizar los guantes, gafas de seguridad y mascarillas que se les entregó desde la Unidad de Salud Laboral del Consistorio, prestando siempre atención a lavar y secarse las manos antes de colocárselos, que gafas y mascarillas estén bien ajustados y el lavado diario de las primeras al finalizar la jornada laboral.

«No se puede comparar». Pepa Puertas asegura que la incidencia de la plaga de topillos de este año es mucho menor en la capital, «no se puede comparar con la de 2007». «Aquel año, los roedores llegaron incluso a la glorieta de la avenida de Manuel Rivera. Campaban a sus anchas y llegaron a prácticamente todas las zonas verdes de la ciudad», explica la responsable del servicio de Jardines.

«Este año apenas hay ninguno, solo por la zona del Cristo, pero eso no excluye la obligación de adoptar las necesarias medidas de protección que, por otra parte, también aplicamos durante el resto del año», sentencia.

 

Cs pregunta al Gobierno si compensará los daños de la plaga

El diputado de Ciudadanos por Palencia, Enrique Rivero Ortega ha preguntado a la Mesa del Congreso si el Gobierno ha estudiado la posibilidad de sufragar y/o compensar lo daños ocasionados por la plaga de topillos que estén excluidos de indemnización por las pólizas de Agroseguro; así como si establecerá algún mecanismo para simplificar los trámites para la indemnización de dichos daños, vía responsabilidad patrimonial de la administración.