El mejor oficio del mundo

A. Benito
-

Cinco jóvenes han realizado este verano sus prácticas con 'DP'. La experiencia les ha permitido descubrir los entresijos del periodismo en las secciones de Local, Deportes, Fotografía y Edición

El mejor oficio del mundo - Foto: Juan Mellado

No lo decimos nosotros, lo decía el gran Gabriel García Márquez: «El periodismo es el oficio más bonito del mundo». Quizá no está sujeto a los mejores horarios, tampoco el sueldo es lo más atractivo, pero estar en contacto con la gente y, sobre todo, darle voz desde los medios de comunicación, hace que la balanza se incline hacia el lado positivo.

En este atípico verano que ha seguido a un confinamiento en el que los profesionales de la comunicación nos hemos esforzado más, si cabe, por prestar ese servicio irrenunciable que es el de informar, cinco jóvenes han realizado sus prácticas con DP y han tenido la oportunidad de descubrir los entresijos de la profesión. De una forma extraña, eso sí, pues el número de actividades se ha visto reducido a la mínima expresión, aunque eso no ha mermado ni un ápice su ilusión y compromiso.

Ellos han aprendido, de eso no cabe duda, pero también esta redacción ha podido empaparse de todas esas cualidades inherentes a la juventud que se van perdiendo con el tiempo. Energía, nuevos puntos de vista, creatividad y originalidad son solo algunas de las cosas que nuestros becarios 2020 han aportado a quienes, día a día, hacemos esta humilde cabecera.

El mejor oficio del mundoEl mejor oficio del mundo - Foto: Juan MelladoAlberto Rodríguez y Ana Lucas, ambos palentinos, han aprendido a organizarse, a escribir sobre temas que, a priori, no les interesaban demasiado y, sobre todo, a adaptarse al ritmo de una redacción. Lo han hecho desde la sección de Local, donde él se ha reafirmado en algo que ya sabía, que se quiere dedicar a esto, y ella ha descubierto que la entrevista es uno de sus géneros preferidos.

«Hay que tener vocación, pero esta es la profesión más bonita que existe», afirma Rodríguez, que también opina que el futuro del periodismo pasa por hacer contenidos «más atractivos para los jóvenes, con nuevos formatos, pero sin perder la esencia». Lucas, por su parte, reconoce que, aunque su deseo siempre ha sido dedicarse a la televisión o trabajar en un gabinete de prensa, en el periódico ha encontrado un ejercicio dinámico de la profesión. Abordar diferentes temas es lo que más le ha gustado.

Los deportes son el hobby de Ismael Martín y esa ha sido, precisamente, la sección en la que ha realizado sus prácticas este verano. El joven de Venta de Baños ha trabajado a distancia, aunque un día a la semana se acercaba hasta la redacción para recibir presencialmente las explicaciones de quienes han sido sus maestros a lo largo de estos meses. «Eso ha sido lo único negativo, que esta situación me ha impedido estar más en la calle», afirma.

A pesar de todo, Martín destaca entre los conocimientos adquiridos este verano la «agilidad al escribir» y el haber tenido la oportunidad de empaparse de la actualidad deportiva en la provincia. En cuanto a su futuro laboral, lo encara como un desafío. «Sé que es difícil hacerse un hueco en esta profesión, pero creo que con esfuerzo y también un poco de suerte, todo se puede conseguir», explica al tiempo que señala al deporte femenino como ámbito en el que hay que hacer más hincapié desde los medios de comunicación.

A Alicia Vallejo una amiga le comentó que había estado haciendo prácticas en Diario Palentino y le recomendó la experiencia. Esta joven de Astudillo también había consultado las ofertas de Diario de Burgos, ciudad en la que estudia, pero solo había plazas para redacción y a ella lo que de verdad le gusta es la fotografía, sección desde la que ha captado numerosos momentos en estos dos últimos meses y en la que se ha hecho un poco más profesional.

«He aprendido a manejar mejor la cámara, pero también he descubierto cuál es el funcionamiento interno de un periódico», explica Vallejo, a la que todavía le queda un curso de Comunicación Audiovisual. Aún no sabe hacia dónde orientará sus pasos, pero quién sabe, quizá después de esta experiencia acabe siendo fotoperiodista.

Su balance es positivo, por eso repetiría si tuviera que elegir de nuevo, porque de estas prácticas se lleva un enorme aprendizaje y una tarea pendiente, sacudirse su timidez y perder un poco más la vergüenza de hablar con la gente, algo imprescindible en este oficio.

María Monge fue la primera en llegar a la redacción y también será de las últimas en irse. Sus prácticas comenzaron en marzo, pero se vieron interrumpidas por la llegada del coronavirus. Ahora está completando las horas que le quedaban pendientes, aprendiendo a maquetar el periódico desde la sección de Edición. «El año pasado estuve en una imprenta y antes de acabar Publicidad y Relaciones Públicas quería probar algo distinto», explica la joven, que hace una positiva valoración de la experiencia. «Las expectativas han quedado más que cubiertas y, además, me he encontrado con gente encantadora», añade.

Ahora, a todos ellos les toca seguir su camino y a nosotros decirles adiós, pero sobre todo agradecerles su inestimable ayuda y esfuerzo. ¡Mucha suerte y hasta pronto!