Adaptan la barandilla de Los Tres Pasos a la normativa

Carlos H. Sanz
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La firma Hierros Bueno, contratada por Tragsa, instala estos días un pasamanos y placas de rejillas metálicas para dar solución al problema que el Ayuntamiento denunció hace tres años

Adaptan la barandilla de Los Tres Pasos a la normativa - Foto: Óscar Navarro

Quince días después de que se abriese al tráfico la pasarela de Los Tres Pasos, el 7 de marzo de 2017, el Ayuntamiento anunció, tras una queja de Ganemos, que iba a consultar con Adif si las barreras de protección cumplían con las condiciones de seguridad de utilización y accesibilidad que establece el Código Técnico de la Edificación o, por el contrario, sus aberturas de más de 15 centímetros suponían un peligro, sobre todo, para los niños.

Casi tres años después de aquella queja, operarios de la empresa Hierros Bueno, a la que el grupo Tragsa adjudicó el contrato con 68.823 euros, están adaptando la barandilla metálica a la normativa, con la instalación de una chapa microperforada y de un pasamanos de acero inoxidable.

Esta actuación forma parte de la adecuación urbana y medioambiental del entorno de la pasarela de Los Tres Pasos que Tragsa lleva a cabo en la zona desde marzo del año pasado, unas obras valoradas en más de 500.000 euros con las que se quieren «dar por finalizada de forma definitiva la actuación integral para la mejora de la permeabilidad y seguridad en el paso tanto de peatones como de vehículos entre los barrios de San Antonio y Ave María», según se explicó desde el Ayuntamiento en su momento.

La quejas políticas y, sobre todo, vecinales, a la construcción de esta pasarela obligaron al Ayuntamiento a exigir al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) una obras complementarias que garantizasen la urbanización y ornato de la zona. Así, se procedió a la creación de una superficie pavimentada en una parcela aneja al antiguo paso a nivel para eliminar las filtraciones en los inmuebles que la delimitan, así como su recuperación ambiental con labores de desbroce, plantación de césped, instalación de riego y pantalla arbórea y arbustiva para delimitar el recinto y reducir el impacto visual del ferrocarril.

Paralelamente, Tragsa llevó a cabo también la limpieza e impermeabilización completa del paso peatonal inferior, que incluyó la renovación del pavimento, la reparación de escalones y el repintado de barandillas. Esta actuación se complicó y demoró  mucho más de lo necesario, lo que retrasó otra parte de las actuaciones reclamada por las asociaciones de vecinos: la mejora ambiental de los taludes de la zona del Ave María mediante la plantación de árboles en la zona de aparcamiento de los viales laterales, el ajardinamiento con plantas aromáticas y la implantación de un sistema de riego, culminándose con la prolongación del acerado en el antiguo paso a nivel.

Una de las peticiones de los vecinos de la zona a la que tampoco se ha dado respuesta es a la creación de un aparcamiento en el solar junto al paso subterráneo. En su lugar, se ha habilitado un espacio de tierra al que, no obstante, siguen accediendo vehículos. Casi un año después, Tragsa aún tiene pendiente la mejora ambiental de, al menos, el talud que da al parque de La Carcavilla, hasta hace unos días lleno de hierbajos para que la zona luzca con el ornato debido.