Alcaldesa por un día

Carlos H. Sanz
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Becerril cumple un año más con la tradición y elige a María Isabel Andrés como alcaldesa

Alcaldesa por un día - Foto: Sara Muniosguren

Becerril cumplió con la tradición y un año más, gracias a la Asociación de Amas de Casa Santa María y al Ayuntamiento, celebró la festividad de Las Águedas, una jornada especial para todas las mujeres de la localidad, pero sobre todo para dos: Carmen Pérez, la alcaldesa saliente, e Isabel Andrés, quien tomó el relevo en la representación de las becerrileñas.

Poco antes de las 12 de la mañana, un generoso grupo de mujeres de la villa se congregó en el Ayuntamiento con sus mejores galas para celebrar la festividad de Santa Águeda. Allí fueron recibidas por el alcalde, Mario Granda, quien las acompañó hasta la iglesia de Santa Eugenia, donde se ofició la cesión del poder municipal.

Un acto sencillo pero cargado de emoción para todas las vecinas, y en especial para María Isabel Andrés Juárez, en el que recibió la vara de la justicia de manos del primer edil, así como la banda conmemorativa de su predecesora, Carmen Pérez.

Alcaldesa por un díaAlcaldesa por un día - Foto: Sara MuniosgurenEl párroco, Onésimo del Campo, ofició la eucaristía en la iglesia de Santa Eugenia y en su homilía invitó a las mujeres a seguir luchando para cambiar la sociedad y el mundo. A ser como Águeda de Catania en la defensa de un mundo mejor, sin ser mártires, morir o ser torturadas, pero sí luchando contra la tiranía.

A su finalización, se celebró la tradicional procesión con santa Águeda, una talla policromada en la que se ve a la imagen portando una bandeja con sus senos cortados, por la plaza del Obispo Ibáñez, al son de las dulzainas y el tambor.

Hay que tener en cuenta que Becerril es una de las pocas localidades palentinas donde la celebración de Las Águedas sigue contando con arraigo. Una jornada especial, tal y como demuestra el hecho de que las mujeres de la villa portan sus mejores galas, muchas de ellas con la tradicional capa castellana.

De hecho, durante la celebración de esta festividad la presencia de los hombres es muy reducida. Solo unos pocos comparten Las Águedas con las mujeres del pueblo, que tras la celebración de la misa y la procesión religiosa, acudieron juntos a la sede de la asociación, arropadas por el sonido de la música tradicional.

Un refrigerio y una comida de hermandad sirven de puente a una tarde en la que no faltan actividades lúdicas y festivas. Durante todo el día, Isabel Andrés recibió el cariño y el afecto de decenas de vecinos, y no dudó en fotografiarse con quien se lo demandó.

Y es que no todos los días se puede ser alcaldesa de su localidad.