El cubo de cristal, antiguo espacio gastronómico, ubicado junto a la plaza de abastos, en la calle de José María Hernández, ha corrido la misma suerte que la Casa Grande y el Ayuntamiento ha declarado desierto el concurso para adjudicar su explotación. 

«Está claro que algo falla, porque es un espacio ubicado en un sitio privilegiado, con ventajas a la hora de explotar su terraza, y nadie se ha interesado por su gestión», reconoce el concejal de Contratación, Urbano Revilla. 

Al igual que con el recinto del monte, el nuevo equipo de Gobierno quiere poner en funcionamiento este espacio cuanto antes. Y si no puede ser como cafetería, el Ayuntamiento no descarta convertirlo en un punto público de información turística que, al menos, abra en las fechas de mayor afluencia de turistas a la ciudad. 

Cabe recordar que el Ayuntamiento ofreció este espacio por un canon de 4.000 euros anuales -tasa por terraza incluida- y un plazo de cuatro años. «Ya estamos pensando en cómo darle utilidad a este espacio», reconoce Revilla.