Páginas amarillas: el fin de un modelo

SPC
-

El emblemático directorio telefónico deja de imprimirse después de 54 años de presencia ininterrumpida en empresas y casas, un manual que llegó a alcanzar hasta 300.000 anuncios

Una de las últimas ediciones de los tomos de Páginas Amarillas. - Foto: Europa Press

Lejos quedaron los tiempos en los que en cada casa había un teléfono fijo y se acumulaban junto a él la guía, Páginas Blancas, y las Páginas Amarillas. Dos tomos que resultaban imprescindibles para saber el número, entonces solo de fijo, de algún particular o empresa. Entonces, las Páginas Amarillas era el único recurso para encontrar cualquier empresa o pequeño comercio de la ciudad. Era como una especie de Google pero en papel.

Pero la era digital y la implantación generalizada de los teléfonos inteligentes y de internet han dejado en el ostracismo a un directorio  que durante más de medio siglo fue uno de los medios más utilizados tanto por el pequeño comercio como por el ciudadano para buscar empresas y servicios.

Las Páginas Amarillas, en formato físico, tienen sus días contados. La guía telefónica más reconocida distribuirá su última edición el próximo 22 de marzo después de más de 50 años «dando voz a los negocios españoles y siendo un actor clave para el desarrollo de tejido empresarial, y, especialmente, de las pequeñas empresas», destaca  el consejero delegado de BeeDigital, Javier Castro, compañía de soluciones de marketing digital para pymes y autónomos y encargada de editar esta guía.

De esta manera, la marca pone un punto final a 54 años de historia, para convertirse en un objeto de coleccionista. A partir de ahora solo podrá consultarse a través de internet. 

La decisión de la empresa se enmarca en los esfuerzos de pymes y pequeños comercios por adaptarse a los hábitos de compra y tendencias tecnológicas derivadas del entorno digital. Además, en los últimos años el goteo de suscriptores y anunciantes que habían decidido darse de baja de esta publicación anual era cada vez mayor, una tendencia que se ha visto acrecentada con la pandemia.

La gente ya no busca peluqueros, fontaneros o cualquier tipo de profesión en un libro, lo hace en internet. La propia empresa reconoce que los pocos que seguían pagando por aparecer en el listado de papel era «simplemente por seguir la tradición y por inercia». Debido a ello, han querido afrontar una transformación completa antes de que sea tarde. 

Esas listas de big data a la antigua recopilaban cientos y cientos de números y nombres de particulares o empresas y estaban en todas las casas de España. Millones de tomos serán a partir de este año objetos de otra época. La obsolescencia ha llegado tras muchas generaciones porque ahora se puede buscar todo en la web.

Actualmente, el principal negocio de BeeDigital es asesorar a pequeñas y medianas empresas, llevando toda su digitalización, desde crearles una web hasta posicionar su marca en Google y gestionar sus redes sociales. De esta manera, un servicio que ha sido clave durante más de un siglo de existencia en el mundo y más de medio en España echa la persiana.

«Desde hace años vivimos una digitalización profunda de nuestra economía, que nos ha obligado a transformar nuestras soluciones y procesos con cierta urgencia, a la vez que nos ha abierto nuevas oportunidades de mercado. Hemos digitalizado nuestro modelo de negocio para continuar ayudando a la pyme a crecer y captar nuevos clientes. Antes lo hacíamos con Páginas Amarillas, ahora con soluciones punteras de marketing», afirma Castro.

La empresa detalla que entre sus soluciones se incluyen creación y mantenimiento de páginas web, presencia en más de 50 sites relevantes, gestión de redes sociales, posicionamiento en buscadores, campañas de publicidad online y opciones de e-commerce. Los nuevos servicios ya son utilizados por más de 70.000 comercios; para los que han creado más de 140.000 webs y gestionado 44.000 campañas de Google Ads.

 

Un negocio de éxito

Las Páginas Amarillas nacieron en 1967, en pleno franquismo, de la mano de la entonces empresa estatal Telefónica. Desde entonces, se han impreso 2.750 ediciones, llegando a acoger entre sus páginas los anuncios de hasta 300.000 comercios. 

Respecto al número de ejemplares, el máximo se alcanzó en 2017, cuando se repartieron alrededor de 16 millones de unidades. 

Sin ninguna competencia y como única referencia, esta guía se convirtió en una herramienta obligada para toda la población: si no estabas en las Páginas Amarillas, no existías.

«Las Páginas Amarillas son, posiblemente, el libro más consultado en la historia moderna de España, o uno de los que más», explica Javier Castro. 

El modelo de negocio era redondo y tenía dos frentes. Por un lado, los anunciantes, que pagaban por estar en un listado hecho por una sola empresa, siendo de facto un monopolio. 

Por otro, los lectores, que se suscribían para recibir su edición y les llegaba a casa su respectivo tomo, sin el cual difícilmente podían relacionarse con empresas y particulares. Para buena parte de los españoles, este libro formaba parte de su actividad diaria, tanto profesional como personal. Desde consultar una operadora a reservar un restaurante o llamar a la peluquería. La práctica totalidad de la población ha llegado a utilizarla, aunque ya no fuera tan regularmente.

Fue a partir de la primera década del siglo XXI cuando el formato en papel empezó a desplomarse y el directorio inició un camino de no retorno hacia un desuso generalizado en favor de internet y Google, que se extendían por todas las capas de la sociedad. La prueba de ello es que si en 2010 las Páginas Amarillas tenían unos activos de 2.629.740 euros, en 2016 solo eran de 135.481.