Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€

J. Benito Iglesias
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La empresa palentina, creada en 2012, prevé elaborar 12.700 toneladas este año con unas ventas de 40 millones en 33 países

Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€

La empresa Cabo Vírgenes, ubicada en el polígono de San Antolín de la capital, ha dado en tan solo ocho años un salto cuantitativo y cualitativo en el procesado y comercialización del langostino argentino o gambón, convirtiéndose en una de las principales compañías del sector en el mundo. Tras crearse en 2012, este año amplió la nave principal y, recientemente, ha adquirido otras dos parcelas cercanas para contar con mayor capacidad productiva en 2021 a través de una inversión global de 4 millones de euros, según confirmaron a DP desde el Departamento de Márketing y Ventas.

En tiempos duros de pandemia e incertidumbre en el mercado, la apuesta empresarial es firme y se intenta abastecer al cliente en los hogares. Los números no han dejado de crecer en positivo, ya que el primer año de vida la facturación llegó a las 3,6 millones de euros y está previsto cerrar 2020 con unas ventas globales cercanas a los 40 millones, lo que supone multiplicar por más de diez los ingresos de la empresa en su primer año año de vida.

La plantilla que mantiene Cabo Vírgenes en la capital supera  el centenar de empleos. «La ampliación en la que seguimos trabajando actualmente supondrá la creación aproximada de 12 puestos de trabajo nuevos, pero el número final puede variar mucho en función de la evolución del mercado. No se pueden hacer pronósticos fiables con la situación actual dado que la Covid-19 sigue muy presente y afecta, pero la idea es incrementar líneas de cocción y empaque con el consiguiente aumento de puestos de trabajo en estas áreas de trabajo», explicaron.

Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€El langostino procesado que sale de la planta palentina se exporta a 33 países de los cinco continentes y son más de 1.000 los clientes que respaldan su corta trayectoria. Las instalaciones cuentan con 25.000 metros de cámaras de refrigerado que acogen anualmente en torno 12.700 toneladas de producto comercializado, frente a las 500 toneladas procesadas para su venta en 2012.

Binomio palentino-argentino. Los dos socios de Cabo Vírgenes, el palentino Pedro Mielgo y el argentino Eduardo del Río, este descendiente del pueblo leonés de Toralina de la Vega, iniciaron su relación en 2008 cuando el segundo comenzó la comercialización de langostinos salvajes procedentes de la Patagonia en Argentina y buscaba alianzas en España para exportar su producto. Pedro llevaba ya muchos años de experiencia en el sector. Antes de acometer el proyecto de Cabo Vírgenes, el grupo Dimapeix le propuso encargarse de una nave frigorífica en Venta de Baños desde la que distribuía el pescado congelado por toda la zona norte. 

De la unión de más de cuarenta años de experiencia y de un sistema de integración vertical desde la extracción y procesado del langostino salvaje austral hasta su posterior comercialización y distribución, surgió la planta palentina. 

Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€«Hemos incrementado significativamente la capacidad de pesca y tratamiento del gambón y se ha sumado un nuevo producto al catálogo: la merluza argentina. Nuestro socio en este país posee barcos y plantas de congelación y ya en Palencia el gambón se reprocesa dándole diferentes formatos con valor añadido como el embolsado IQF, pelado, pelado desvenado o easy peel, este último muy demandado en mercados de origen anglosajón», señalaron desde la compañía.

Aunque el producto principalmente transformado en Cabo Vírgenes en Palencia es el langostino o gambón austral, tienen cabida de cara a la comercialización una gran variedad de productos para ser competitivos en el mercado y asegurar la mejor calidad desde el origen. «Pescamos además calamar argentino, merluza argentina, otro tipo de calamares y vieira, e importamos pulpos de Marruecos y otros productos pesqueros para procesar», concretaron.

Pese a las buenas perspectivas de futuro, 2019 está siendo un año duro por la pandemia y la previsión en Cabo Vírgenes pasa por seguir creciendo pero a un ritmo menor. «La pesca hay que venderla, ya que se sigue faenando en las costas argentinas, pero las dificultades de movilidad de la crisis sanitaria también nos están afectando. Sobre todo a nivel de los rendimientos con caídas de precios que afectan al volumen, que se compensan con las nuevas incorporaciones de productos», apuntan desde el Departamento de Márketing y Ventas.

 

Flota de nueve barcos fresqueros y congeladores. Cabo Vírgenes cuenta con una flota propia de barcos que realizan la actividad extractiva del langostino Austral en la costa Patagónica argentina (Zona FAO 41-Atlantico Suroeste). Toda la actividad se realiza cumpliendo con la más estricta reglamentación internacional sobre conservación de las especies de la zona y el medio ambiente.

Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€ - Foto: SARTORPor un lado están los barcos fresqueros que operan desde el puerto de Rawson en Rivadavia. Son embarcaciones de pesca costera con artes de extracción selectiva que faenan a menos de 20 millas, asegurando una rápida llegada del producto a procesar siguiendo las más estrictas normas de calidad. Cabo Vírgenes, además de sus propios barcos -Natale, El Malo I, Sofía B, Perla Negra y Espartano- suma también contratos de compra exclusiva con otros barcos fresqueros.

Además, están los barcos congeladores, llamados también tangoneros. Operan desde el puerto de Madryn y realizan toda la actividad necesaria a bordo, desde la captura hasta el procesado en las plantas que transportan, consiguiendo un producto final con la máxima calidad y frescura. Cabo Vírgenes cuenta con cuatro barcos tangoneros: Mar de Oro, Anita Álvarez, Mar Esmeralda y Orión 2.

 

La conexión con la Patagonia argentina. En Argentina los productos del mar que trata Cabo Vírgenes son capturados diariamente con sus embarcaciones de pesca costera y destinados a la planta de procesado ubicada en el puerto de Rawson en la Patagonia Centro-Este (Rivadavia) y que gestiona el socio argentino Eduardo del Río, lo que asegura una rápida llegada del producto a procesar siguiendo todas las pautas de calidad del langostino o gambón. 

Está equipada con tecnología punta y posee los estándares requeridos por los mercados más exigentes del mundo. Cuenta, además, fábricas de hielo en escama y liquido, junto  a una cuidada metodología que asegura el mantenimiento de la cadena de frío de los productos hasta su último destino en el centro logístico de reprocesado de Palencia, lo que supone un gran avance para la distribución en el mercado europeo y de exportación.

Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€Cabo Vírgenes amplía la producción de langostino con 4M€Nueva planta. El pasado mes de octubre, tal y como confirmó la sociedad Cabo Vírgenes a DP, se compró una planta de procesado y reprocesado a la empresa Ecoprom en Comodoro (Rivadavia), con lo que se amplía de forma destacada la capacidad de oferta y competitividad. El objetivo de la adquisición se centra en la reactivación de esta planta con el propósito de procesar merluzas y langostino austral. La operación se cerró con sus antiguos propietarios por parte de Eduardo del Río, socio gerente de la firma compradora.

Además, el diario digital argentino Noticias AgroPecuarias explicó que la operación -que también incluyó la venta de dos permisos de pesca- fue sellada hace unos días atrás con los antiguos propietarios. «Estuve estos días en Comodoro tomando posesión de la empresa y la idea es comenzar lo antes posible con langostino fresco, haciendo un procesamiento diario de 2.500 a 3.000 cajones y 1.000 cajones de merluza que capturen nuestros barcos Perla Negra y Luca Santino», dijo Eduardo del Río, socio de la planta palentina de Cabo Vírgenes. 

más mano de obra. Al respecto, precisó que planea contratar más mano de obra para poder cumplir con los compromisos requeridos por los mercados donde exporta sus productos, tal y como detalló la publicación regional  argentina Pesca Chubut.

Los antiguos dueños de Ecoprom hicieron inversiones importantes en la planta como la adquisición de máquinas de hielo en escamas, compresores de amoniaco, girofreezer, y una línea de empaque. «Actualmente la Ecoprom tiene una plantilla de 140 trabajadores y vamos a contratar más gente para poder trabajar tranquilos en ella», concluyó Eduardo del Río.