Las vecinas de los números 10,11,12 y 13 de la calle Santa Clara de Carrión fueron ayer unas privilegiadas. Al calor de su hogar, con solo asomarse a la ventana pudieron disfrutar de la mejor panorámica de la visita de la Duquesa de Alba a Carrión. Eso hasta que la Grande de España accedió al Monasterio.
Durante unos minutos no perdieron detalle de lo que ocurría a unos metros, frente a sus viviendas. Ellas se protegieron del frío exterior con el calor hogareño, Los que estaban abajo, sobre el asfalto, pudieron percibir el calor humano que le demostraron los carrioneses a Cayetana de Alba y su marido.
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