El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez Quiñones, criticó ayer el «oportunismo demagógico de determinadas entidades ecologistas que no buscan el interés general, sino obtener polémica y aprovechar determinadas circunstancias para embarrar el debate ecologistas», tras la muerte de una osa en una cacería autorizada en la Montaña Palentina.
Señaló que la postura de la Junta es «muy clara», ya que ha recogido la información necesaria, por parte del personal público, y se ha puesto en manos de la Fiscalía, además de personarse en el procedimiento penal que se abre para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. Postura «más clara en la exigencia de responsabilidad no hay», añadió.
Suárez-Quiñones afirmó que las batidas de jabalíes son «imprescindibles en el medio rural, ya que hay una evidente sobrepoblación que pone en riesgo la salud del resto de animales y la humana». «Parece mentira que los que se llaman conservacionistas se queden en una especie de sketch para sus intereses no claros, pero no defiendan el conservacionismo, el cual es el equilibrio de todas las especies. Si ellos quieren que Castilla y León esté poblada de jabalíes que destruyan cultivos, flora y fauna, desde luego, no lo van a conseguir», apuntó.
De esa forma, aclaró que «se va a seguir trabajando, a través de la caza regulada y sostenible, para rebajar la población de esas especies silvestres sobrepobladas». Además, subrayó que hay unos protocolos «estrictos» y que el sistema de protección «es garantista».
a la fiscalía. Por otra parte, Ecologistas en Acción anunció ayer que acudirá a la Fiscalía de Palencia «en busca de la máxima responsabilidad en «el desastre de gestión cinegética en el Parque Natural Montaña Palentina, récord mundial de osos muertos por causas humanas». La entidad recuerda que desde el año 2001, cuando apareció el cadáver de una osa cerca de la localidad de La Lastra, se ha personando en todos los casos judiciales o administrativos por muerte de osos.
«Tras más de una docena de osos muertos que se conozcan, los responsables del servicio territorial de Medio Ambiente siguen siendo los mismos y con la misma actitud de no asumir ni una responsabilidad», según los ecologistas. La entidad teme que este nuevo caso «siga el mismo patrón de casos anteriores: muchísimo interés inicial, vestiduras rasgadas sin autocrítica alguna, anuncios de personaciones, petición de responsabilidades, pero, según se vaya alargando el proceso, todo el recuelo inicial se irá enfriando».