Bajo el lema Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo la diócesis de Palencia celebró recientemente el día de la Iglesia Diocesana, en el que recordó que «juntos, como familia, logramos una parroquia activa que responde a la llamada de Dios» e invitó no solo a la colaboración económica, sino también «a la oración, a dedicar tiempo en la parroquia a los demás, y a aportar las cualidades de cada uno».

Aprovechando la celebración, de forma paralela y en señal de transparencia ante los miembros de la familia diocesana, la institución hizo públicos los datos económicos y de actividad de la Iglesia en la provincia correspondientes al ejercicio 2020, que se saldó con un balance negativo de 96.113 euros.

Ingresos. El año pasado, la diócesis obtuvo unos ingresos de 9.469.667 euros, 2,2 millones menos que los contabilizados en 2019. Una reducción que se hace visible principalmente en las aportaciones voluntarias que realizaron los fieles. Estas se vieron mermadas por la situación sanitaria y económica que atravesó el país tras el inicio de la pandemia con el consiguiente cierre de las iglesias al culto. Así, por ejemplo, las colectas y suscripciones pasaron de 2,76 millones en 2019 a solo 1,6 en 2020, que suponen el 17 por ciento de los ingresos totales.

Una cifra similar llegó gracias a actividades relacionadas con el patrimonio de la Iglesia, como alquiler de inmuebles o ingresos financieros, que supusieron el 14 por ciento con 1,36 millones de euros.

El grueso de los ingresos (30%) provino del Fondo Común Interdiocesano, que se nutre de las aportaciones nacionales de la campaña de la Renta a través de la X solidaria. Está constituido por la asignación tributaria y la aportación de las diócesis según el número de habitantes, la renta per cápita y la presencia o no de la capital de la provincia en la misma. En concreto, la diócesis palentina recibió 2.831.789 euros a través de esta vía de financiación.

Otros ingresos por servicios, subvenciones públicas o retribuciones obtenidas por las distintas instituciones diocesanas llevaron a las arcas del organismo casi dos millones y medio de euros. Subvenciones de capital o enajenaciones de patrimonio (1,1 millones) completan los 9,4 finales.

Gastos. En 2020, la Diócesis gastó un total de 9.565.780 euros. La mayor parte, casi un 53%, fueron de funcionamiento y asociados a la conservación de edificios.

Las retribuciones del clero, es decir, sueldos de sacerdotes y religiosos, además de pagos a la Seguridad Social, fueron de 1,5 millones de euros, un 16% del total. Algo menos, 1,2, correspondió a acciones pastorales y asistenciales. El pago de salarios al personal seglar (543.000) y gastos extraordinarios dirigidos a programas de rehabilitación  (1,2 millones) elevaron los gastos a la cifra de  9,5 millones de euros, casi 200.000 más que en 2019.

Respecto a la actividad caritativa y asistencial, esta llegó a 5.611 personas en 40 centros repartidos por la provincia, una cifra similar a la de 2019, año en el que se proporcionó asistencia a 5.672 personas.

En concreto, 25 centros para mitigar la pobreza en los que se atendió a 1.959 personas; ocho casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad, en los que se atendió a 543;y dos hospitales con 2.039 pacientes; a los que se suman un centro de asistencia a emigrantes, refugiados  y prófugos, uno para promover el trabajo, uno para menores y jóvenes y otro de rehabilitación para drogodependientes, en los que se atendió a 1.048 personas. 

Además, Cáritas contó con la participación de 281 voluntarios durante el año pasado y se llevaron a cabo ocho proyectos de cooperación al desarrollo. Por su parte, la actividad educativa en las escuelas católicas se saldó en 2020 con 7.130 alumnos, 78 trabajadores y 602 docentes.

Celebraciones. La actividad de la Iglesia en la provincia se completó con el apartado celebrativo. Un año distinto después de que el confinamiento domiciliario y las posteriores restricciones provocadas por la pandemia de Covid-19 redujeran  significativamente bautizos y matrimonios.

En concreto, bautizos, confirmaciones y matrimonios disminuyeron respecto a 2019. Los primeros pasaron de 482 a 317, lo que supone una reducción del 34%, según datos de la Conferencia Episcopal Española. Las confirmaciones sufrieron el mayor descenso el año pasado, tras registrar apenas 182 frente a las 992 del último año pre-pandemia, marcando un descenso del 82%. Por su parte, los matrimonios anotaron una caída similar, del 79%. Fueron 28 las parejas que se casaron por la Iglesia frente a las 138 de 2019. Sin embargo, las primeras comuniones aumentaron de 574 a 664 en el año 2020.

Memoria pastoral. Respecto a la actividad pastoral y evangelizadora en la provincia, la Diócesis cuenta con 200 sacerdotes, una cifra que se ha reducido en seis respecto al año anterior. 66 de ellos son miembros de institutos. 

Dispone además de un seminarista, un diácono permanente y 347 catequistas, estos últimos solo dos menos que en 2019. En la provincia existen 470 parroquias y 14 monasterios en funcionamiento, 13 femeninos y uno masculino.

El número de misioneros (327), monjas y monjes de clausura (192) y religiosas (493) también descendió en 2020, en porcentajes del 27, 10 y 7 por ciento, respectivamente.