Para reflexionar y sentir

Jesús Hoyos
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El escritor palentino René Pérez presenta la segunda edición de su libro 'Caramelos con espinas' gracias al éxito conseguido tras su publicación. Incluye un epílogo inédito como agradecimiento a sus lectores

Para reflexionar y sentir - Foto: Sara Muniosguren

Un libro de contrastes, «como la vida misma». Eso es Caramelos con espinas, del palentino René Pérez, cuya segunda edición acaba de presentar gracias al éxito cosechado tras su lanzamiento.

Pérez, de 46 años, escribió su primera novela, La piedra de las ranas, en 2007. En aquel momento, optó por la autoedición. Se trataba de un «desquite personal» al que dio salida durante un tiempo en el que no trabajó. «Yo diseñé la portada», recuerda. Y es que la ilustración es otra de sus aficiones junto a la literatura.  

«Dicen mis padres que era un niño bastante creativo, movido e inquieto», asegura Pérez, a quien desde siempre le ha gustado dibujar y escribir. Combina ambas aficiones en este libro, al incluir varias páginas ilustradas como si de un cómic se tratara que el lector no debe saltarse si no quiere perder el hilo. 

«Quería reflejar esta faceta y mi intención es convertir este tipo de páginas en una seña de identidad en mis próximos libros para dar más realce a la ilustración», añade Pérez.

El escritor palentino es también formador en prevención de riesgos laborales y aparejador de profesión. Se metió a arquitecto porque quería alguna carrera que tuviera dibujo. En este caso, técnico. Empezó a escribir Caramelos con espinas hace trece años. Tras empezar su etapa como autónomo, su tiempo se redujo y la literatura quedó en pausa. «Un día decidí hacer algo con ello», comenta.

El resultado fue una novela con dos características «fundamentales». En primer lugar, es un libro «de contrastes». «El título lo sugiere. Se trata de los episodios dulces y amargos de la vida», explica. En segundo lugar, la originalidad. La trama avanza a través de los ojos de un cactus, «que ve cómo nos comportamos, lo que hacemos, pero que en último término no consigue comprendernos».

Pese a la dificultad para acceder a una editorial tradicional, Pérez lo consiguió. «Tuve suerte siendo un escritor prácticamente novel. Mi editor me dijo que solo lee el primer capítulo porque la gente abandona los libros muy rápido, no tenemos paciencia. Le enganchó, siguió leyendo y le gustó. Eso es fundamental y la gente lo destaca», expresa.

Tras la presentación en el Lecrác ante más de 150 personas en «uno de los días más felices» de su vida, las buenas ventas le han permitido sacar a la venta una segunda edición. «Me parecía frío poner simplemente un sello en la portada. Quise implementar algo y escribí un epílogo que sirve de agradecimiento», aclara.

 

Carácter. «Ahora me siento escritor y hacerlo en Palencia me da mucha satisfacción», comenta respecto al éxito obtenido. «El libro casa bien con Palencia. Somos parecidos al carácter que retrata el libro. Dicen que somos serios y secos, pero también nobles y cercanos. Sabemos apoyar a los nuestros y así me he sentido», subraya Pérez, quien debido al apoyo de los lectores ya trabaja en su siguiente libro.

El escritor reconoce que no sabe en qué género encajarlo, pero sí que es un libro «para sentir, reflexionar y hacer funcionar tanto el corazón como el cerebro», a través de una inspiración que encuentra «observando todas las partes de la vida».

 Su gusto por la lectura, como el de tantos, le viene de familia. En concreto, de su madre. «Lee por un tubo. Mi primer libro fue La historia interminable. Me marcó mucho», concluye.