Era un encuentro decisivo para el cuadro rojigualdo, ya que podía conseguir el acceso matemático para un Mundial de rugby, después de no haber pasado a la fase final durante dos décadas -su última participación, en 1999-. A pesar de ello, Bélgica fue más intensa y dura cuando había que hacerlo, y fue controlando el partido a base de lanzamientos y golpes de castigo. En esa repesca, tiene tres oportunidades más, primero ante Portugal, después una 'final' ante Samoa, y si no, una última ocasión ante un equipo de cualquier continente, que presumiblemente será Canadá. Equipos duros pero viables para que el 'XV del León' pueda disputar su segundo Mundial