«Yo esto no lo veo seguro». Las palabras de Marta definen muy bien lo que sintieron buena parte de las familias que se acercaron a alguno de los 72 parques infantiles que ayer, por fin, fueron devueltos a los más pequeños después de meses clausurados por seguridad.
Toallita y gel hidroalcohólico en mano, Marta perseguía a su hija Clara detrás de cada juego con el objetivo de evitar el coronavirus. Las recomendaciones dadas por el Consistorio se limitan al uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia social y el lavado de manos antes y después del uso de los elementos.
Recomendaciones y no normas de obligado cumplimiento, lo que, al igual que ha ocurrido con otras muchas a lo largo de la escalada y también en la nueva normalidad, ayer en los parque infantiles ya había padres que las respetaban y otros que no.
«Por mucha atención que pongas, en inevitable que los niños jueguen con otros niños, por lo que si alguien quiere mantenerse alejado del coronavirus, casi es mejor que no traiga aquí a su hijo», comenta David mientras impulsa a su pequeña en los columpios.
Esa desconfianza contrasta con la alegría de los más pequeños, ajenos al peligro microscópico que acecha al mundo. «Ya era hora de que me dejasen venir al parque. No podíamos por el coronavirus», contaba mientras se encaramaba al tobogán.
ganemos exige claridad. El grupo municipal de Ganemos dudaba ayer de que los usuarios tengan claras las medidas a tomar para su uso, y recomendaba una persona por cada cuatro metros cuadrados, usar mascarilla y lavarse las manos antes y después de utilizar los elementos del parque infantil. «Es necesario reforzar el servicio de limpieza para realizar las desinfecciones y limpiezas pertinentes», aseguraba ayer su portavoz, Sonia Ordóñez.
La formación criticó que a menos de una semana para que se abran las piscinas municipales, «los usuarios no saben aún cómo acceder a ellos». «Se desconoce cuál será la plataforma de venta online para comprar los bonos, cómo se limitará el aforo, si habrá entradas o bonos por turnos de mañana y tarde o si podrán acceder familias completas», explicaba Ordóñez.
«Igualmente, es necesario informar claramente de cómo conseguir entradas, acceder a la piscina y las medidas necesarias en el interior de las instalaciones», recalcaba Ganemos, que también incidía en «la suciedad que existe en la ciudad, sobre todo en cuanto a los excrementos de palomas en los bancos y las plagas de cucarachas y ratas, lo que sumado a las deficiencias de la recogida del cartón pueden suponer focos de contagio».