«Vendiendo solo online no cubriríamos todas las necesidades»

Sergio Borja
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El empresario juguetero augura que el futuro será muy complicado para su negocio y que habrá que remar para salir de esta situación lo antes posible. El cierre perimetral afectó en gran medida a su negocio, que no pudo disfrutar de una inauguración

«Vendiendo solo online no cubriríamos todas las necesidades» - Foto: Óscar Navarro

El Covid-19 ha afectado a muchos de los comercios locales que, a duras penas, están sobreviviendo a este nefasto año. La pandemia ha obligado a reivindicarse a más de uno y a superar las adversidades peldaño a peldaño, avanzando poco a poco, pero sin parar en el camino.

Esto le ha pasado a Jorge Machiñena, propietario de Toy Planet en la capital, que ha visto como su juguetería ha tenido que cambiar de dinámica y adaptarse a la nueva situación con, incluso, un edificio de juguetes único. 

¿Como se está desarrollando esta campaña de Navidad con respecto a 2019?

Con mucha incertidumbre. Todo depende de las decisiones que tome el Gobierno con respecto al Covid. Mientras estemos abiertos, seguirá siendo una campaña complicada, pero lo sería más aún si estuviéramos cerrados. 

La campaña de Navidad para nuestro sector supone un setenta por ciento de la facturación total del año. De estar cerrados, tendríamos que vender de forma online o por Whatsapp y no se podrían atender todas las necesidades que tienen los niños en esta época del año. Si se vendiese todo por Internet, no se podría abarcar la demanda que hay en estas fechas. Sería un fiasco, o un toque final para el posible cierre del sector juguetero. Estaríamos hablando de algo realmente serio y perjudicial.

 Hemos hecho compras de juguetes durante el verano y otras el año pasado. Si no nos hubiéramos anticipado a hacerlas en junio, no tendríamos juguetes ahora. Ha sido complicado porque si compras mucho y te cierran, mal, y si compras poco, y no tienes los juguetes que demandan los padres, la has fastidiado. Nuestros almacenes ahora están llenos y tenemos que sacar esto adelante como sea.

¿Cómo le ha afectado la desescalada a su negocio?

Los meses que tuvimos que estar cerrados fueron muy duros, al igual que le ha pasado al resto de los comercios. En el momento  en que abrimos hubo Ertes, hicimos también reajuste de gastos y de costes como bien se pudo. Además, negociamos los alquileres para reducir los costes al máximo. 

Tras los tres meses de encierro, las compras se mantuvieron con respecto al año pasado, y pudimos coger un poco de oxígeno para poder seguir adelante. Ahora hemos entrado en la campaña más importante de todas, en la que nos jugamos mucho. Para nosotros, los meses de marzo y abril fueron los peores. En dicho período de tiempo tuvimos la venta más baja desde hace muchísimos meses. Nos hizo mucho daño porque tenemos unos gastos estructurales que hay que soportar y eso no te lo perdona nadie.

¿Qué opina del mantenimiento del toque de queda?

No podemos dar la espalda a lo que está sucediendo. La primera medida, que no se si funcionó, fue el cierre perimetral; afectó mucho a nuestro comercio. El toque de queda, en cambio, prácticamente no nos afecta hoy en día. 

¿Cuál fue el juguete más demandado el año pasado? ¿Y este?

Este año el juguete más demandado es el de Baby Yoda, junto con la línea de Mario Bros. Los juegos de mesa, desde el confinamiento, han sido muy demandados. El año pasado se vendieron muchos bebés llorones.

¿Cómo se siente al haber abierto una nueva tienda en la calle Mayor?

Todo esto nos pilló emprendiendo, innovando, en el cambio hacia un edificio comercial. Es una tienda especial porque no la hay ni en Madrid, es muy grande y bonita. La acogida fue buena, pero qudó empañada. Pusimos el eslogan Hasta en tiempos de guerra nacen niños, ya que para nosotros nació un bebé en el peor momento, en la peor crisis de la era moderna. No pudimos hacer inauguración, aunque las sensaciones fueron del todo buenas.

¿Cómo se presentó Halloween?

Muy mal, horrible, fue la peor campaña del año. Bajaron las ventas un sesenta por ciento en nuestra tienda. Si no hay fiestas, ni salidas, no hay compras. Compraron cosas las familias que se juntaron en casa. Maquillaje, al tener mascarillas, no se vendió nada, y la venta de caracterización fue nefasta. En cambio, se dispararon las mascarillas en los más pequeños que recreaban temas de Halloween.

¿Cómo ve el futuro?

El futuro lo veo muy duro. Tenemos que remar todos juntos para seguir adelante, empezando por mí y hasta el último empleado. Tenemos que ver, también, si hay alguna ayuda a autónomos, porque ahora está todo muy complicado, no nos dan ni la mano. Durante el tiempo que hemos estado cerrados no nos han perdonado ningún impuesto. No es que sea la salvación de una empresa, pero algo ayuda. 

Levantarse de esta va a ser muy complicado, pero seguiremos luchando y estando ahí, al pie del cañón. Habría que tomar medidas si queremos salvar la situación, como se ha hecho en Italia, donde han considerado al juguete como bien de primera necesidad. El gran castigado es el niño. El juguete es una herramienta que incentiva y se necesita en estos tiempos.