Tal vez el primero de ellos, y uno de los más importantes, sea el de armarse de paciencia y procurar no desesperarse ante las complicaciones y las adversidades, los trámites y las negativas. Pero está claro que con eso no basta; de lo que se trata es de optimizar esa búsqueda personal de empleo, aprovechando para ello los diversos cauces de información, mejorando la formación y cualificación, afrontando con la mayor eficacia posible las exigencias que plantea la propia búsqueda y sacando provecho de la experiencia. Hacerlo solo no siempre es fácil, sobre todo si no se domina el manejo de las redes sociales y el mundo digital. Por eso, otro de los pasos el de plantearse la búsqueda dentro de un grupo de demandantes de empleo. 

Es ahí donde entran a aportar soluciones las denominadas Lanzaderas de Empleo, un programa impulsado por la Fundación Santa María la Real, de Aguilar de Campoo, que lleva funcionando desde 2013 y que no se ha limitado a actuar en territorio palentino, sino que ha sumado en estos nueve años más de 660 ediciones en España con más de 17.000 participantes, y que además se ha exportado a Portugal y a Italia. Una lanzadera no es otra cosa que un grupo de treinta personas, de distintas edades, formación y perfiles profesionales, unidas por el deseo común de encontrar un trabajo. Durante cinco meses esas personas descubren juntas herramientas de búsqueda, mejoran su capacidad para elaborar el currículum vitae y para afrontar una entrevista de trabajo, pierden el miedo a las nuevas tecnologías, adquieren o mejoran sus habilidades digitales y ganan en autoconfianza desde la inteligencia emocional y el conocimiento no solo del mercado laboral, sino de sí mismas. El asesoramiento y la orientación, la forma de entender y resolver las dificultades de la búsqueda, el descubrimiento de capacidades y de intereses latentes que muchos desconocían y el apoyo del equipo son las grandes enseñanzas de este programa. Lo mejor de todo es que seis de cada diez participantes en las lanzaderas logran el objetivo final, bien con un empleo pro cuenta ajena o como emprendedores con su propia empresa.

 La Fundación no se ha parado en este programa y en su éxito, sino que ha ido más allá, combinándolo con otros como el Pemcyl -inserción de mujeres vulnerables-, el Click Empleo y actividades como las Satélites Empleo y Alfabetización Digital, con un balance en el caso de 2021 de la puesta en marcha de 176 proyectos en más de noventa ciudades españolas, en los que 3.300 personas han mejorado su empleabilidad. Es una noticia positiva y así lo testimonian muchos de los participantes, y lo es en medio de un panorama poco alentador para el empleo, en el que a las dificultades normales han venido a sumarse las derivadas de la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia del covid. Le deseamos nuevos éxitos en el año recién iniciado.