El juzgado de instrucción número 4 acogerá hoy un juicio rápido contra una pareja por un delito leve de lesiones a consecuencia de la agresión que sufrió el pasado sábado una socorrista de las piscinas de Villamuriel de Cerrato, A.Z., de 26 años, después de que llamara al orden a una familia de una minoría étnica tras ver que algunos de sus miembros se bañaban con ropa interior, además de increpar a los usuarios que se encontraban en ese momento en las instalaciones.
La joven, que ya tiene el alta médica, ha reconocido a este periódico que sintió «miedo y frustración» por lo sucedido. El matrimonio fue identificado por la Guardia Civil después de que el presunto autor de los hechos emprendiera la huida en un coche con matrícula de Valencia, que fue localizado el domingo por la Policía Local en la calle Filipinos de la capital.
Los conflictos son frecuentes en las piscinas municipales. Las instalaciones de Villamuriel de Cerrato cuentan con unas infraestructuras bastante eficientes que atraen de forma habitual a gente de la provincia y la afluencia es máxima. Ricardo Casao González, socorrista jefe y y coordinador de las instalaciones acuáticas de la piscina de Villamuriel, lleva en este cargo 10 años y ejerce de socorrista desde hace 16. Cuenta que la mayoría de problemas que surgen tienen que ver con el incumplimiento de la normativa. «Ha habido situaciones problemáticas que llevan consigo insultos, malas caras y discusiones varias, pero nunca habían sufrido algo como el reciente suceso», apunta el socorrista profesional. 

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