Violeta Guarido Rivera aparece sonriente en las todas las fotos de su perfil de Facebook. Quienes la trataron en el día a día aseguran que era una persona agradable, afable, extrovertida y que amaba profundamente su trabajo. Todos coinciden en señalar que su muerte a manos de una paciente es toda una tragedia.
Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca -el decano de la Facultad de Psicología, Emilio Sánchez Miguel, transmitió ayer su pesar por el trágico fallecimiento en nombre de toda la comunidad-, había puesto su interés en la rama clínica.
De psicóloga clínica ejercía en el Centro Asistencial San Juan de Dios de Palencia desde hace menos de un año. En este tiempo se había ganado fama entre sus compañeros de ser «tranquila, abierta y generosa», quienes resaltan su «profesionalidad, espíritu de servicio y humanización».
Antes, fue residente en el Hospital San Telmo de la capital palentina, donde completó su formación. Tras unas semanas en el paro, surgió la oportunidad de San Juan de Dios y no se lo pensó.
La formación era otro de sus intereses. En mayo de 2012 impartió una charla sobre Terapia psicológica en esquizofrenia en el Complejo Hospitalario San Luis. También se interesó por los trastornos del comportamiento alimentario, y, junto a otros psicólogos de San Juan de Dios, diseñó un programa de intervención de recaídas en un grupo de pacientes con trastorno mental grave. También consta como alumna en los Cursus que el Seminario del Campo Freudiano y la Universidad de Valladolid imparten en la Casa Junco.
Raíces en Villada. Violeta era zamorana y la hija mayor de dos históricos militantes y cargos públicos de Izquierda Unida en la provincia, Francisco Guarido y Laura Rivera, los dos concejales del Ayuntamiento capitalino. Su familia materna está vinculada a Villada, localidad a la que solía acudir la familia en verano. En IU Palencia recuerdan su participación en algunos actos contra la pobreza y otros temas sociales, aunque explican que no estaba vinculada a la formación política palentina.
La noticia de su muerte cayó como un auténtico jarro de agua fría en la localidad zamorana. Las condolencias a su familia se sucedieron a lo largo del día. La Junta de Portavoces del Ayuntamiento, que se reunió de urgencia para manifestar su «más profundo pesar por el trágico fallecimiento» y su «solidaridad con la familia». El presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez-Maíllo, el Partido Popular, el Partido Socialista, Izquierda Unida, la Federación de Servicios Públicos de UGT o la delegación de Unión Progreso Democracia (UPyD) expresaron sus condolencias. También en Palencia hubo varias muestras de pesar.
Los restos mortales de Violeta Guarido llegaron en la tarde de ayer al tanatorio Sever de la capital zamorana, donde familia y amigos velarán a la joven hasta su incineración.