Un mal fin de fiesta

Laura Burón / Palencia
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El heavy y power metal que debía salir ayer en el Parque del Salón de las guitarras de los grupos 'Eternity', 'Jett Black' y 'Obús' no se escuchó por un problema técnico de la empresa encargada del sonido

El concierto que ponía el punto final a los sanantolines 2015 dejó un sabor amargo a los palentinos que ayer se dieron cita a los pies del escenario del Parque del Salón. Y es que la segunda edición del Festival Carrión Rock no se celebró y eso pese a la insistencia de los técnicos de sonido de los grupos participantes en intentar solucionar los problemas surgidos con la mesa de sonido.

Y es que, al parecer, el problema se debía a que los propios músicos no se oían a sí mismos, lo que impedía que las bandas sonarán bien. Desde la Concejalía de Festejos quisieron dejar claro anoche, tras la decisión de suspender el festival, que habían confiado en la empresa palentina Infinity Producciones para las cuestiones técnicas del sonido. «Ellos se habían encargado de la primera edición del Festival y también de uno de los conciertos celebrados estos sanantolines con varios deejeys, y todo había funcionado perfectamente, por lo que no había motivos para dudar de su trabajo», explicó pasada la medianoche el concejal de Fiestas, Sergio Lozano. «Nos han explicado que había un problema técnico con la conexión del equipo y que los músicos no se oían a si mismos», añadió.

Por eso, por la mesa en cuestión pasaron los responsables de sonido de los tres grupos participantes, los zaragozanos Eternity, los británicos Jett Black y el técnico de Obús, con la intención de poner remedio a los problemas, algo que finalmente no sucedió.  «El equipo técnico y los profesionales de la empresa Infinity Producciones no han sabido estar a la altura, ya que no han sido capaces de resolver los problemas que surgieron desde primera hora de la tarde de ayer», explicó el concejal.

Sergio Lozano aseguró que las pruebas de sonido habían comenzado con bastante antelación y los miembros de Infinity Producciones ya percibieron que existían problemas «y en lugar de buscar ayuda llamando a otros técnicos o a otras empresas han dilatado la situación en el tiempo», señaló.

Y mientras los técnicos de sonido vivían situaciones de nervios con alguna voz más alta que otra entre ellos, el público esperaba pacientemente a que el concierto diera comienzo. Solo algún silbido y alguna que otra queja se pudieron escuchar en las  más de dos horas que se prolongó la espera, hasta que, respondiendo a las peticiones del concejal de Festejos, y por respeto a los presentes, los integrantes del grupo Eternity intentaron tocar uno de sus temas. El resultado fue tan caótico que pese a que muchos de los asistentes habían viajado desde otras provincias para acudir al Festival este tuvo que suspenderse.