Cerrando el círculo de la meningitis

Noemi Rojín (EFE)
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Existe muy poca información sobre esta enfermedad, aunque puede ser mortal o producir secuelas muy graves. La Asociación Española de Pediatría propone un documental para subrayar los avances logrados en la prevención de la patología

¿La enfermedad meningocócica invasora (meningitis y sepsis) registra en España una media de 300 casos al año. Aunque es poco frecuente, en un 10 por ciento de ellos acaba siendo letal. Una correcta prevención combinada con la continua formación de los profesionales sanitarios son vitales para hacer frente a esta patología.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) estrenó a finales de 2019 el documental Meningitis, cerrando el círculo. Una película que merece ser contada con el objetivo de dar a conocer esta enfermedad tan desconocida como peligrosa. En él, varios profesionales de la salud junto a afectados desvelan su visión de la meningitis.

Esta es una infección del sistema nervioso. «Para que la gente lo entienda, las cubiertas que tenemos alrededor del cerebro y de la médula espinal al infectarse, se inflaman y al estar en un sitio cerrado, solo puede comprimir el cerebro», explica David Moreno, pediatra y coordinador de esta campaña.

Aunque es una patología que se asocia a los más pequeños, la meningitis puede afectar a cualquier persona: niños, adultos, ancianos... «No hay una edad a la que no se pueda padecer, sino que cualquier persona, en cualquier momento, puede padecerla aunque es más frecuente en niños por debajo de cinco años», aclara el pediatra. Precisamente, estos suelen ser los que la sufren de una manera más severa.

La meningitis es una enfermedad que puede ser mortal, o en caso de superarla, puede dejar consecuencias severas para toda la vida. Estas secuelas van desde la sordera, epilepsia o alteraciones del nivel cognitivo o ceguera e, incluso, amputaciones.

Es fundamental para una correcta y temprana detección conocer sus síntomas. Es común la fiebre alta, dolor de cabeza (en el caso de los niños, irritabilidad y lloros fuertes), rigidez de la nuca, vómitos (llamados en escopetazo por la fuerza con la que se producen) y con menor frecuencia también pueden producirse convulsiones.

Una señal de alerta común en los pequeños es que empiecen a tener más sueño de lo normal o que no reaccionen al intentar despertarlos; es un signo de que el cerebro está sufriendo.

sepsis. Una variante de la meningitis (proviene de la misma bacteria), aún más desconocida es la sepsis. «Es una infección generalizada, fundamentalmente de la sangre. Produce un destrozo total en muchos sitios del cuerpo. Salen muchas manchas por la piel, es muy rápida y muy fulminante», explica Moreno.

La labor que hacen los profesionales sanitarios es fundamental para hacer frente a esta enfermedad. Para ello, es imprescindible que estén al tanto de las últimas novedades en materia de prevención.

«Es muy llamativo que más del 90 por ciento de los profesionales consideren que tienen insuficientes conocimientos sobre la enfermedad meningocócica», comenta la doctora María José Cilleruelo, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la AEP.

De la misma forma, la figura del pediatra, explica la doctora María José Mellado, presidenta de la Asociación Española de Pediatría, no se puede sustituir ni intercambiar ya que es el responsable de la salud de los niños en todos los niveles asistenciales. Son los encargados de hablar con los padres, explicarles qué son las vacunas y sobre todo para qué sirven. Su labor es vital para luchar contra esta patología.

Los avances en investigación que se han producido en los últimos años han permito desarrollar vacunas para hacer frente a la meningitis.

«Que todavía nos estemos planteando si son seguras, si son beneficiosas o no, me parece, si se puede decir esta palabra en el caso de las vacunas, que somos injustos con ellas», sostiene el doctor Jesús Ruiz Contreras, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la AEP.

La meningitis ya no es una enfermedad común como lo era antes gracias a los cambios epidemiológicos y mejoras terapéuticas que se han desarrollado con el tiempo, pero son las vacunas las grandes responsables de que esta patología sea cada vez menos frecuente.

La primera vacuna contra la meningitis se introdujo en el calendario de vacunación en España en 1998. Actualmente hay cinco para hacer frente a prácticamente todos los tipos causadas por bacterias.