La de rejones no fue ni mucho menos lo que de ella se esperaba

Manuel Illana
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Sin puerta grande. Los trofeos fueron para 'Hermoso de Mendoza' y el paisano Barcenilla, saliendo de vacío el alicantino Manzanares · Único festejo de la feria en el que no se abrió la puerta grande

Rejoneadores

Pablo HERMOSO DE MENDOZA.  Silencio a la muerte de su primero después de pinchazo y rejón de muerte. Cortó una oreja a su segundo tras pinchazo y rejón entero.

Manuel MANZANARES. Silencio y silencio. Al primero lo mató de pinchazo y rejón. Al quinto de dos pinchazos, uno entero y tres descabellos.

Héctor BARCENILLA. Oreja en su primero, al que mató de un medio rejón y descabello. Silencio en el último de la feria, pinchazo y entero.

Ganadería: ‘José ROsa Rodríguez’. Corrida de toros muy en la línea de ‘Morube’ en cuanto a presencia, porque de lo otro, contenido y bravura, no lo demostró ninguno de los seis ejemplares. Se dejaron, pero no sumaron para que los rejoneadores brillasen en sus formas de torear.

Incidencias

Aunque el viento volvió a estar presente, no tuvo importancia por torearse a caballo. La plaza no registró la entrada esperada siendo fin de semana, fin de fiestas y festejo de rejones tan querido y esperado por estas tierras.

Ahí arriba queda dicho y escrito. El festejo de rejones o, como más de uno dice, el de toreo a caballo no cumplió ni con mucho las expectativas que siempre ha levantado por estas latitudes. Así pensaba la empresa y los que en la plaza estuvimos. Ya fue un detalle dejarle fuera del abono para que los amantes del caballo no se vieran obligados a  más compromisos. Pues ni por esas la plaza y sus tendidos presentaban el aspecto y ambiente que se esperaba. ¿Será la crisis?

Punto y final a una feria en la que de sus cinco tardes, en cuatro de ellas se abrió la puerta grande para que por ella salieran los que méritos habían hecho para ello. Ha tenido que ser en la de ayer, en el festejo de rejones, donde esa puerta tan querida por los toreros no se abriera. Sí se cortaron dos orejas pero nada más. El respetable abandonó Campos Góticos aburrido y con más pena que gloria. Parte de culpa en lo que estamos diciendo la pudo haber tenido el juego y comportamiento del ganado lidiado que, aparte de su presentación más que correcta, no tuvo ese otro condicionante que a un toro bravo se le tiene que exigir.

Pablo Hermoso no se tiene que haber ido satisfecho de su actuación  aunque cortó con fuerza la oreja del segundo de su lote. Rejón de castigo en su primero toreando muy en serio y sin prisas, como sin darlo importancia, brillante tercio de banderillas sobre Brindis y Berlín muy de cerca y en su sitio. Clava tres de las cortas y mata de pinchazo y rejón siendo silenciada su labor. Tuvo que esperar a su segundo para, toreando de salida con mucho gusto y muy despacio, cortar una más que merecida oreja. Se sintió muy torero sobre Disparate para torear bien y con clase. Los aplausos surgían fuertes y sinceros templando como si en sus manos tuviera una muleta. Clavó bien y toreó casi mejor en los medios con Viriato en tres de las cortas antes de matar de pinchazo y rejón entero. La oreja era esperada y fue merecida. Con este trofeo, algunos espectadores se sintieron felices porque vieron  a esa figura de toreo a caballo que es Pablo Hermoso de Mendoza, pero otro grupo de aficionados no lo estaba porque esperaba más y mejor de quien ahora mismo es este caballero navarro en el mundo del torero a caballo. Ambas partes tienen su razón en el planteamiento del último festejo de la feria.

El otro trofeo cortado fue a parar a manos del rejoneador local Héctor Barcenilla y lo consiguió en el primero de su lote al que de salida le clavó dos rejones de castigo, el primero un tanto desprendido y el otro en su sitio. Aquí empezó a sentirse a gusto. Se entrega buscando lucidez en el tercio de banderillas, haciéndolo siempre con ganas y clavando donde hay que hacerlo. En este tercio, Barcenilla casi siempre clavó buscando el pitón contrario destacando un par en los medios. El público que ya estaba feliz con la actuación del paisano se volcó con más fuerza al colocar y clavar dos pares al violín y dos de las cortas. Rejoneador entregado y público deseando que acertase con el de muerte para concederle el trofeo que llegó de verdad después de matar de medio rejón y certero descabello. No pudo redondear la tarde pues en su segundo las cosas no salieron como él quería y el público esperaba. Vamos, que no encontró el cerrojo para abrir la puerta grande.

Debutaba Manuel Manzanares que tuvo que conformarse con el silencio de la plaza a la muerte de sus dos toros. Momentos hubo en los que parecía que aquello podía ir para arriba, pero ahí quedó. Monta bien, tiene buena cuadra, clava con sentido, si bien ayer aquí en Palencia no redondeó esa tarde de triunfo que vino a buscar.

En definitiva, la tarde no resultó ni se acercó a lo que de ella se esperaba.

Sus monturas

Hermoso. En el primero: Napoleón (recibir), Berlín, Brindis (banderillas) y Forro (matar). En el cuarto, Churrumay (recibir), Disparate, Viriato (banderillas) y Sobregiro (matar).

Manzanares. En su primero: Jumillano, (recibir) Príncipe, Atila (banderillas) y Secreto (matar). En el quinto, Jumillano (recibir), Duende, Tomatito (banderillas) y Secreto (matar).

Barcenilla. En el tercero Napoleón (recibir), Cacao, Chiclanero (banderillas) y Tabaco (matar). En el último Napoleón (recibir), Gallo, Tani (banderillas) y Tabaco (matar).