El duelo entre ascendidos a 2ª RFEF se saldó con la victoria del líder y campeón de liga, la Gimnástica Segoviana. Los azulgranas se mostraron más concentrados y certeros durante gran parte de un partido que estuvo marcado por el intenso aire y por la torrencial lluvia del segundo acto.
De salida los visitantes, que vestían de celeste y blanco, comenzaron el encuentro con un 4-4-2 sobre La Albuera, en unos primeros compases de partido en los que la Segoviana asedió el área visitante con gran ímpetu. Borrego tenía la primera ocasión a los seis minutos de juego, dos minutos después Charly se veía obligado a despejar un balón en el área pequeña que iba en dirección de gol.
El Palencia Cristo parecía fuera del partido, daba la sensación de que todavía estaba en la nube del ascenso. En cambio, la Sego se mostraba como un equipo mucho más implicado y peligroso. En el 12’ probaba fortuna Jorge Sánchez, en un remate muy lejano que obligaba a Guille a despejar. En la siguiente acción llegaba la primera diana, Rui marcaba de cabeza.
Tras el tanto local el partido paso a una fase más tranquila, en la que los de Rubén Gala iban a encontrar su primera llegada de peligro sobre la portería de Carmona. Edu tenía en sus botas el empate, en una internada por la derecha, con una culminación garrafal, ya que el balón se le iba literalmente a las nubes. Todo se quedó en un mero espejismo, porque la Segoviana volvía a dominar y a percutir con gran peligro en zonas de vanguardia.
En el 25’, Nogueira y Borao realizaban una gran pared que dejaba a este último delante de Guille, obligando al guardameta palentino a realizar una intervención de mérito. El cántaro, de ir tantas veces a la fuente, al final se acabo rompiendo, y de qué manera, con otro golpe en la mesa del líder. Adeva, Borao e Ivi realizaban una triangulación milimétrica, que era culminada por bajo ante la pasividad de la defensa, que daba la sensación que había puesto el piloto automático de las vacaciones de verano.
En el plano ofensivo, el Cristo volvía a la carga al filo del descanso. Lo hacía en una contra de cuatro contra dos. Pero de manera increíble Adri sacaba un centro muy malo que era despejado por Rubén, poniendo punto y final a una primera parte para olvidar del equipo palentino.
La segunda parte bajó muchos enteros en calidad. La Sego tenía todo de cara y el Palencia Cristo iba a remolque en un partido que se le había marchado en veinte minutos. A la fiesta se unió un diluvio impresionante sobre el terreno de juego, que puso las cosas muy difíciles a los jugadores. Una vez calmada la situación meteorológica, la Sego volvió a las andadas de la primera parte.
Conde y Nogueira volvieron a tener en sus botas aumentar la diferencia en el marcador, pero Guille (el mejor palentino con diferencia) salvó a su equipo de una goleada. Ambos entrenadores dieron paso a los cambios, que cambiaron un poco la dinámica para los palentinos. Comenzaron a circular el balón con más celeridad, y a través de un 4-3-3 mucho más ofensivo, comenzaron a merodear con peligro la portería azulgrana.
En el 78’, Zubi probó suerte en un libre directo que se fue por encima del travesaño, y cuando el partido exprimía sus últimos minutos, Carmona evitaba el 2-1, en una buena intervención a remate de David.