La cadena Papa Jhon's ha hecho efectivo un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que causa el cierre del establecimiento ubicado en el sector 8 de la capital y el despido colectivo de la plantilla de 13 trabajadores.

«La empresa ha podido constatar en los últimos ocho meses la baja progresiva de actividad y el alto gasto que supone la estructura montada en un amplio local y no ha podido seguir adelante», señaló a DP Teodoro Antolín, responsable de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras.

Los responsables del negocio, que ya hecho efectivo su cierre hace varios días, han sustentado el mismo en base a causas organizativas y de producción, dos de los cuatro supuestos objetivos que permite la normativa laboral para el cese de una actividad productiva. «Prácticamente no se ha llevado a cabo el preceptivo período legal de consultas para determinar la situación en la que quedarían los empleados que dejarán la pizzería, dado que la empresa ha sumado a los 20 días de indemnización máxima como despido objetivo la mejora de 13 días más por año trabajado», apuntó.

El dirigente sindical expuso que  el establecimiento de comida rápida que Papa Jhon´s abrió en la capital «es cierto que era uno de los que menos ventas tenía y, aunque han intentado sostenerlo o cambiarlo de ubicación en la capital, al final la falta de viabilidad económica no lo ha hecho posible».

Teodoro Antolín lamentó que se produzca en la capital un nuevo cierre de un establecimiento comercial en un año que está siendo negro en este apartado para la capital palentina. «Cada puesto de trabajo que se pierde en Palencia supone un varapalo tal y como está la situación. Es lamentable, pero cuando las empresas toman decisiones de este tipo basándolas en falta de rentabilidad nada se puede hacer al respecto. Lo único, cuando se llega a la situación de despidos colectivos, es que las plantillas de las empresas queden en la mejores condiciones económicas posibles en su salida».

Suma y sigue en cierres. A este cierre de un  negocio se suman los de la amplia y céntrica tienda en la calle Mayor de Zara en enero, donde trabajaron en distintas ubicaciones durante más de dos décadas 21 personas, y la de la franquicia Punt Roma, que bajó también sus persianas muy cerca de Zara en febrero, lo que supuso la pérdida de cuatro empleos.

También cerró la cadena portuguesa de informática, electrodomésticos y telefonía Worten en el parque comercial Arambol en febrero, a punto de cumplir diez años, cesando su actividad una plantilla de diez personas.

Además, el grupo textil gallego Inditex, propiedad del empresario Amancio Ortega, clausuró su tienda Oysho en la capital el pasado 28 de julio, fecha en la que cesaron su actividad 6 trabajadoras fijas y una de apoyo. 

De esta forma, el grupo gallego ya solo mantiene en Palencia abiertas las tiendas de las marcas  Stradivarius y Lefties dentro de su política de clausura progresiva de espacios físicos y el refuerzo de la venta on line.

En contraste, la cadena danesa Jysk, dedicada a la venta de artículos para el hogar como colchones, muebles y decoración de interiores se instalará próximamente en los mismos locales donde estuvo  Worten en el sector 8. Es propiedad de la familia que está detrás del Grupo Lars Larsen, conocido en toda Dinamarca desde sus inicios en 1979 y el principal comerciante del país, con más de 3.000 tiendas en 52 países de todo el mundo.