La AECC pide igualdad en el acceso a radioterapia

A. Benito
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Palencia no dispone de este servicio, por lo que los pacientes tienen que desplazarse a Burgos o Valladolid. Algunos enfermos de cáncer tienen que recorrer hasta 300 kilómetros para someterse al tratamiento

La AECC pide igualdad en el acceso a radioterapia - Foto: Adrián Gález Ana M. DÁ­ez

Castilla y León, junto con Aragón, es una de las regiones que tiene una situación más crítica en cuanto al acceso a la radioterapia. Y es que en el mapa autonómico hay varias provincias que no disponen de este servicio, como Palencia, donde muchos enfermos de cáncer tienen que recorrer hasta 300 kilómetros para someterse a este tratamiento. 


«De Carrión para arriba, los pacientes tienen que ir al hospital de  Burgos, mientras que a los vecinos que viven en el centro y sur de la provincia se les atiende en Valladolid», explica al respecto Rosa Andrés, presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Palencia.


Para la representante del colectivo este hecho pone de manifiesto la discriminación que sufren las personas que padecen esta dolencia y no residen en un lugar de fácil acceso a la radioterapia. «El proyecto del nuevo hospital contempla en su plan funcional un área para el crecimiento del servicio de oncología radioterápica», indica al respecto Andrés, al tiempo que opina que los poderes políticos deberían hacer las gestiones necesarias para que esa proyección se convierta en una realidad.

La AECC pide igualdad en el acceso a radioterapiaLa AECC pide igualdad en el acceso a radioterapia - Foto: Adrián Gález Ana M. DÁ­ez


La AECC, por su parte, seguirá presionando para que los enfermos de cáncer palentinos tengan las mismas oportunidades de acceder a este tratamiento que los que viven en otras provincias. «Otro tema interesante es el que tiene que ver con las prestaciones farmacéuticas», continúa Rosa Andrés. Y es que, tal y como ella misma explica, «el Sacyl no contempla la cobertura económica de productos como los colutorios, cremas o medicamentos para el extreñimiento, necesarios para contrarrestar algunos de los efectos de la radioterapia».


Con respecto a las ayudas que proporciona la AECC para facilitar el acceso a la a est tratamiento, Andrés destaca la existencia de 37 pisos distribuidos por toda la geografía española, residencias propiedad de la asociación que los integrantes del colectivo pueden utilizar en diferentes situaciones. «La Seguridad Social, por su parte, ofrece ambulancias para trasladar a los pacientes y, en caso de desplazamientos en vehículo particular, la Junta tiene estipulada una ayuda que se determina en función de los kilómetros», concreta.


Cabe recordar, por último,  que la radioterapia contribuye en el 40 por ciento de las curaciones y alrededor del 60 por ciento de las personas con cáncer necesitarían recibir este tratamiento. De hecho, la técnica es una de las más utilizadas en la actualidad para reducir tumores como los de mama o colon y proceder después a la intervención quirúrgica.


En este sentido, Rosa Andrés es optimista, puesto que la AECC y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) están volcadas en mostrar la realidad del acceso a la radioterapia en España. «Se trata de un tema al que se le está dando visibilidad a nivel nacional y mejorar la situación es uno de los grandes retos que se ha marcado el nuevo presidente estatal», concluye Andrés.

 

DETALLES DEL INFORME. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) han hecho público un informe  que muestra la realidad del acceso a la radioterapia en España. Con este documento, ambas instituciones quieren dejar patentes las desigualdades en el acceso a este tipo de tratamiento, así como los costes económicos, sociales y psicológicos que deben asumir los pacientes; la heterogeneidad de ayudas públicas para reducir el impacto económico que provoca el acceso a este tratamiento; y un análisis de las infraestructuras existentes en España.


Este estudio se ha realizado mediante una encuesta a pacientes mayores de 18 años que estaban recibiendo un tratamiento de radioterapia en el momento de su elaboración. Se han realizado un total de 1.736 entrevistas personales a través de un cuestionario semiestructurado, en un total de 55 hospitales, entre los meses de enero y junio de 2019.


Del total de pacientes, el 41 por ciento es población activa, de los cuales casi un 30 por ciento estaba trabajando y el 13 por ciento restante en situación de desempleo. Desde el punto de vista de las variables de enfermedad, el 59 por ciento se encontraba en fases iniciales de la enfermedad, un 17 por ciento en fases avanzadas, el 10 por ciento con recidiva y 3 por ciento en cuidados paliativos. Los tipos de tumores con más presencia en el estudio son mama, próstata, colon y cerebro. En cuanto al número de sesiones de radioterapia recibidas en el momento de la entrevista, era de aproximadamente 15 por término medio.


Con respecto a los costes asociados al tratamiento que evalúa el estudio son alojamiento, desplazamiento, comidas, fármacos para paliar los efectos secundarios, aquellos derivados de la pérdida de ingresos y los resultantes de contratar a una persona para cuidados formales o especialistas.


«El cáncer no hace distinciones entre los pacientes y no podemos tolerar que las haya en las posibilidades de recibir tratamiento. Radioterapia es un ejemplo claro de cómo influye el lugar de residencia en una mayor o menor facilidad en el acceso a este tratamiento vital, algo que se puede solucionar con voluntad política», expresa al respecto Ramón Reyes, presidente nacional de la Asociación Española Contra el Cáncer.


Por eso, y para paliar esta situación de desigualdad, las principales demandas de la AECCy de SEOR son adecuar la organización de la asistencia a pacientes en tratamiento de radioterapia para disminuir el impacto negativo que largas distancias desde el domicilio producen en la calidad de vida de las personas afectadas y conseguir que todas las ayudas públicas que existen sean las mismas en toda España, equiparando las más bajas a las más altas.