Diecinueve equipos forman parte este año en la categoría chiguito, la de primer año, motivo por el que se deben jugar hasta tres partidos de la fase previa, para determinar el cuadro final. El primero de ellos midió al Grijota y al equipo B del Ave María. 

El marcador final puede llevar a engaño. Ni mucho menos el partido fue tan desigual como el 6-1 final pueda indicar, al contrario. Era favorito el Grijota ante el colista de la Tercera División, al que ya había ganado en la liga por 9-2. Pero el conjunto rojinegro jugó sin complejos, borrando el recuerdo de una liga donde no ha ganado partido alguno.

Con Bece como referencia atacante, con una endiablada velocidad, fue muy competitivo, especialmente en la primera parte. De hecho, el primer cuarto acaba con empate sin goles. Pero hubo un jugador que marcó el desarrollo y desenlace del encuentro, Hugo. Goles de todos los colores, incisivo en todas las acciones que entraba en juego, fue el jugador desequilibrante que marcó el partido. De hecho, los cuatro primeros goles del encuentro, los que encarrilaron el partido, fueron obra suya.

El equipo capitalino luchó hasta el final, ya con más corazón que cabeza, pero el peso de los goles acabaron con su loable resistencia, no mereciendo una derrota abultada. El Ave María, en un principio, solicitó que se revisase el incumplimiento de la normativa de alinear a diez jugadores por parte del rival, aunque posteriormente desestimase la reclamación, pese a la evidencia que el Grijota se presentó con nueve jugadores. Debió, como marca la norma, haber jugado un cuarto con un jugador menos.