El reto de curar heridas

Agencias
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Uno de los grandes desafíos de Biden será unir a un país más polarizado que nunca

El reto de curar heridas - Foto: CARLOS BARRIA

Joe Biden se pondrá hoy al frente de un país distinto al que dejó en 2017, cuando cesó como vicepresidente. El huracán Donald Trump casi lo ha barrido todo, hasta el punto de sacudir los cimientos de la democracia el pasado 6 de enero con un inédito asalto al Capitolio en pleno proceso de certificación de los resultados de las elecciones de noviembre.

Biden no ha ocultado que uno de sus grandes retos será el de unir a un país más polarizado que nunca, para lo cual se presenta como una figura de consenso que no suscita especiales críticas en unas filas republicanas que parecen cada vez más hartas de los excesos de un Trump al que, tras consentirle durante años, ya nadie controla en Washington.

Tras el experimento que supuso el magnate neoyorquino en la historia política norteamericana, los estadounidenses votaron de forma abrumadora a favor de nuevo de un candidato del establishment. Más de 81 millones de personas -una cifra sin precedentes- respaldaron a Biden, que se presentaba con el aval de más de tres décadas como senador y ocho años al lado del aún popular Barack Obama.

Proyecta una imagen de estabilidad que, en lo político, no rompe moldes, hasta el punto de que la vertiente más progresista del Partido Demócrata le ha afeado en varias ocasiones su falta de compromiso con políticas de izquierdas. Tampoco convencía a sus compañeros en un principio volver a la fórmula de hombre, blanco, mayor que parecían haber dejado atrás con Obama y Hillary Clinton.

Sus principales bazas a nivel discursivo han sido los mensajes a favor de revertir los destrozos que haya podido causar Trump, desde una mayor ambición en materia de cambio climático a una revisión de la política migratoria, pasando por una mayor presencia de mujeres en su gabinete.

Hoy mismo tiene previsto promulgar una serie de medidas con las que marcar distancias con su antecesor, desde la incorporación de EEUU a los Acuerdos de París contra el cambio climático a la rescisión del veto migratorio a ciudadanos de países de mayoría musulmana. También firmará la prórroga para la devolución de préstamos a universitarios, la ampliación de la moratoria contra los desahucios, y el uso obligatorio de mascarillas en instalaciones federales y viajes interestatales.