Un mes difícil

David del Olmo
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El Destino Palencia afronta las últimas cuatro jornadas de competición a cuatro victorias del play-off, décimo y sin muchos más alicientes que acabar dignamente

Un mes difícil - Foto: Óscar Navarro

La derrota del pasado viernes prácticamente condenaba al Destino Palencia, a falta de cuatro jornadas para el final de la segunda fase de la LEB Oro, a quedar en el limbo que supone perder sus opciones reales de acabar entre los siete primeros de la tabla, los que jugarán el play-off.

En una campaña tan complicada para todos como la actual las miradas de muchos clubes se han centrado en los objetivos conservadores, los que significan no perder en un año lo ganado anteriormente durante muchos. Y en esas el Palencia Baloncesto, dentro de la decepción que supone quedarse tan pronto lejos de la ilusión por volver a pelear otro curso por un ascenso que tiene otros favoritos claros, puede considerarse en cierto modo afortunado. Podía haber sido peor y que el derrumbe que ha protagonizado en esta segunda fase por el ascenso se hubiera producido en la fase por la permanencia. Porque este año bajan cuatro equipos, entre los que estará alguno de los clásicos de la categoría (Cáceres, Lleida, Melilla, Ourense o Huesca). Y eso sí será un drama.

Los morados se medirán a Castelló, Granada, Palma y Alicante para acabar el campeonato. Están a cuatro victorias del séptimo. Pero la imagen cuenta. El club y los aficionados lo merecen.