Montse de las Heras, Laura Herrero y Miguel Espina, como miembros de las asociaciones Saldaña se mueve y Amigos de Saldaña, se volcaron con sus vecinos durante los momento más difíciles de la cuarenta y lo siguen haciendo para conseguir que «entre todos, y poniendo un granito de arena cada uno, podamos salir de esta difícil situación cuanto antes», aseguran.

Con las escuelas cerradas y las viviendas convertidas en improvisadas aulas en las que se imparten clases virtuales, su trabajo se ha convertido casi en imprescindible. Y es que durante las últimas semanas se han ocupado personalmente de hacer llegar a los escolares de la comarca de La Vega sus deberes, que  también se encargaban de recoger una vez finalizados «para hacerles más fácil el confinamiento y siempre guardando la distancia de seguridad interpersonal», explican.

La ayuda de estas dos asociaciones vecinales no se ha limitado solo a los más pequeños, sino que también se han volcado con sus paisanos más vulnerables frente al coronavirus, que no son otros que los más mayores. A ellos les han hecho la compra, han atendido a sus peticiones y, lo más importante, les han escuchado para que no se sintieran solos.

Asimismo, tanto Saldaña se mueve como Amigos de Saldaña  han abastecido a varias vecinas del municipio de tela, gomas, hilos, agujas e incluso guantes de protección para todos las personas que se lo pidan. Todo ello de forma totalmente altruista, y llevando el material (además de mascarillas con filtro, batas para el centro de salud y las residencias de mayores) no solo a la capital de La Vega, también a otros pueblos del entorno.