El gran hito cerrateño

David del Olmo
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El Hormigones Sierra Villamuriel ascendió a la Liga EBA en 2010 y completó en ella un exitoso curso

El gran hito cerrateño

El 15 de mayo de 2010 el Hormigones Sierra Villamuriel conseguía el histórico primer ascenso palentino desde la Primera división de baloncesto, categoría autonómica, a la Liga EBA, ya de carácter nacional, tras lograr dos victorias en la fase final celebrada durante aquel fin de semana en Santander.

Un hito para el baloncesto palentino que los cerrateños celebrarían durante todo el curso siguiente compitiendo con éxito en su debut en la competición y que ya forma parte de la historia del deporte de la canasta en la provincia. El proyecto que representaba a Villamuriel de Cerrato en el baloncesto nacional no encontró los apoyos necesarios para seguir en la EBA y, pese a salvarse, ya sin Óscar Gómez en la presidencia ni en el banquillo, volvió a Primera antes de que el club dejara su sección masculina para dedicarse a la femenina.

 

El gran hito cerrateñoEl gran hito cerrateño

RECUERDOS. «Fue una gesta -rememora Óscar Gómez una década después de aquel ascenso-. Fuimos el primer equipo de Palencia que lograba el ascenso a EBA, y desde una Primera de Castilla yLeón bastante potente».

El CBVillamuriel estaba acompañado por el CB Palencia como representantes palentinos en una liga que los de Óscar Gómez empezaron lejos de ser los favoritos, aunque «ya dos años antes había dicho que mi objetivo era llegar a la EBA.Porque si no aspiras a unos objetivos altos, nunca llegas a nada. Y con la calidad que teníamos en la plantilla, se logró. En la fase de ascenso no éramos favoritos, eran Zamora y Torrelavega. El otro era el Universidad de Cantabria, con el que jugamos el primer partido del play-off. Les había visto jugar al final de la liga. Tenían un pívot muy fuerte, el número 7. Dijimos nos va a meter 20 puntos, pero que no los metan los demás, y así fue». Y de esa manera, el Hormigones Sierra ganó al UC Mandala 59-69 el primer día, mientras el Zener Zamora (el otro castellano y leonés en la fase, donde ascendían los dos) primeros superó al Merkamueble Torrelavega (69-71).

En la segunda jornada el equipo zamorano ganaba (62-73) al Universidad de Cantabria, dejando para el segundo choque la posibilidad de ascenso a los palentinos. Estos, apoyados por un autobús de aficionados desplazados en la mañana del sábado, vencían 80-84 al Torrelavega, prórrogas(dos) incluidas, y ascendían acompañando al Zamora, a falta del enfrentamiento entre ambos de la tercera jornada, directos a la EBA. Ganaban los zamoranos una final ya solo para la estadística (71-75).

La clave estuvo en la primera de las prórrogas del segundo duelo: «íbamos empate, ellos tenían posesión y quedaban 5 o 6 segundos, y no quisieron atacar, esperando que en la segunda estuviéramos más cansados. Como habían perdido el primer día, buscaban ganar con el mayor basketaverage posible, pero les salió mal. Ynosotros a base de corazón y con la afición que nos apoyó, ganamos».

«Perdimos cinco partidos en toda la temporada, uno de ellos con el CB Palencia con un triple de Jaime en el último segundo. Llegamos a la fase, con un equipo compacto, pese a la lesión de Jónathan», explica Gómez, que contaba con José Manuel como segundo y Fernando como delegado; y una plantilla compuesta por los bases Alberto Antolín y Héctor, como escoltas Contreras, Pablo Urbón, Álvaro Cebrián, Carretero, Juanma y Agustín; los aleros Javi Sobrino, Gustavo Llamas y Julio; y como interiores Nacho, Jónathan, Pastor, Tovar y Vidal.

 

AVENTURA EN LA EBA. No encontró un técnico que asumiera el relevo para dirigir al equipo en la EBA y acabó entrenando un último año al equipo, antes de apartarse para dedicarle su tiempo a la familia.

Lo primero que recuerda de la EBA es que «hay que agradecer a algunos jugadores que avalaron una cantidad importante para llegar a los 25.000 euros que pusimos para poder inscribirnos, Hormigones Sierra era nuestro patrocinador», aunque echaron de menos mayor apoyo institucional.

Llegaron jugadores como Juanpe García (espectacular, con 17,8 puntos, 5,2 rebotes y 2,5 asistencias en 22 partidos), «el mejor base de la EBA aquel año», el estadounidense Taverius Wilkins y el británico Peter Simon, los vinculados con el Palencia Baloncesto Banimb Mbappe y Gytis Pakalniskis (cuyo esfuerzo no acompañaba a su calidad y acabó siendo dado de baja) o Miguel Caballero, junto a los que se mantuvieron del curso del ascenso.

No fue el mejor inicio, con tres derrotas iniciales, aunque se adaptaron a la categoría y cambiaron la situación con cuatro triunfos (4-3). Acabaron la primera vuelta 5-6 y la liga regular con un más que digno 11-11, sextos de 12 equipos en el grupo AA (salvados a tres jornadas del final): «en mitad de la tabla, a solo un par de victorias del play-off. Si hubiéramos mantenido el proyecto, nos hubiéramos consolidado».

Se despidió con una serie para decidir puestos ante el Estudiantes Lugo, con derrota (100-85) y triunfo (85-78).

Hoy Óscar Gómez (dejó el CB Villamuriel tras 17 años)) se dedica a la base, formando a los niños del Sofía Tartilán, entrenando al alevín y a la escuela, donde juegan sus hijos Pablo y Carmen.