Los 110 años de Calvo

C.C.
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Las obras del dibujante y muralista Germán Calvo bien merecen un espacio museístico permanente para ser admiradas y disfrutadas por sus paisanos y por cuantos visiten la capital palentina

Los 110 años de Calvo

Tal día como hoy, pero de 1910, nació en la capitalina calle de Los Pastores el pintor y muralista Germán Calvo González, hijo de Germán y Natalia. Fue bautizado en la catedral, por delegación de Santa Marina, que era su parroquia, el 5 de junio.

Siempre es bueno tener presentes a los prohombres que han contribuido a enriquecer la historia de nuestros pueblos y ciudades, aunque para ello haya que aprovechar efemérides y fechas más o menos sonadas. 

Germán Calvo fue uno de esos prohombres y engrandeció el nombre de Palencia, desde el ámbito artístico. La ciudad le debe reconocimientos cuando se cumplen ciento y diez años de su nacimiento y siempre, como amante de ella que fue y como autor de un legado importante, que tendría que ser mejor conocido y admirado y para el que sería conveniente habilitar un espacio digno y adecuado. Es una vieja reivindicación de su familia y de un buen número de artistas y de particulares que admiran su obra y consideran que merece mejor trato.

Germán Calvo creció en una familia que sabía apreciar el arte y que, además, estaba muy próxima a él, no en vano su padre era modelador-vaciador y trabajó muchos años en el taller del arquitecto Jerónimo Arroyo, otro grande dentro de la nómina de insignes palentinos. Trabajó y se esforzó como maestro de piedra artificial, dejando su impronta en obras significativas de Arroyo, hasta convertirse en maestro de Vaciado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artístico. 

Ya de niño sintió Calvo la vocación artística o cuando menos el gusto y la afición y asistió a las clases de dibujo que se impartían en la Propaganda Católica, alentado siempre por su progenitor. Después ingresó en Artes y Oficios, donde supo aprovechar al máximo las enseñanzas y formó parte del cuadro de honor, por su excelentes calificaciones, y algunos premios. Más tarde sabría ejercer el magisterio con quienes empezaban a interesarse por el dibujo y la pintura.

Después de completar su formación becado por la Diputación en Italia y Francia, Germán Calvo sabría, y lo demostró, que aquella era su vocación verdadera, que había nacido para expresarse en lienzos y muros y que el talento artístico ha de conjugarse con el aprendizaje y el dominio de la técnica para mostrarse en toda su magnitud. Su obra es la mejor prueba de ello

Espacio permanente

Coincidiendo con los 110 años de su nacimiento, y en mitad de esta desafortunada época de pandemia y cambios en las relaciones humanas y en no pocos planteamientos vitales y sociales, es momento de volver a insistir ante las instituciones en la conveniencia de que los artistas contemporáneos de esta tierra gocen de un espacio permanente para que su legado no caiga en el olvido. 

El grupo de apoyo del mural de Germán Calvo -el existente en la antigua sede de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad (Caja España), cuyo estado de conservación se desconoce-, formado por Luis Alonso, Fernando Caballero, Fernando Martín Aduriz, Miguel Ruiz Ausín y Daniel Mota, vuelve a reivindicar que esa y otras obras que estaban en la misma entidad retornen a Palencia «y puedan ser conocidas y disfrutadas por los palentinos y los visitantes en un museo de arte contemporáneo».