Sometía a sus dos galgos a desnutrición severa

Alberto Abascal
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El propietario se enfrenta a un año de prisión · La Fiscalía pide una multa para tres varones por cazar de manera furtiva liebres con perros en un coto de Villamartín

Imagen de archivo de dos galgos famélicos y desnutridos.

Un vecino de Palencia se enfrenta a una petición por parte de la Fiscalía de 12 meses de prisión como presunto responsable de un delito de maltrato de animales domésticos, después de que le localizaran a dos perros galgo de su propiedad en situación de desnutrición y deshidratación severa.

Según indicaron a este periódico fuentes del Ministerio Público, los hechos se remontan a enero de este año cuando fueron localizados en la capital dos galgos que se encontraban totalmente famélicos y en situación de caquexia.

Se define la caquexia como la pérdida de la masa corporal caracterizada por desnutrición, debilitamiento físico extremo, así como el deterioro orgánico. Puede ser debida a otras enfermedades y produce insuficiencia renal, así como insuficiencia cardíaca y/o enfermedades inflamatorias crónicas.

El Ministerio Público solicita también para el acusado, que deberá comparece en el Juzgado de lo Penal para responder de estos hechos, la prohibición de tenencia de perros por un período de cuatro años.

CAZA ILEGAL. Por otro lado, tres varones también responderán ante la Justicia al estar acusados de un delito contra la fauna después de que fueran sorprendidos por la Guardia Civil en enero de 2020, en un coto de caza de Villamartín de Campos, cazando liebres con perros bravos en una época que era inhábil para la práctica de la caza.

De hecho, según la Fiscalía carecían de la correspondiente licencia y autorización y en el momento de ser sorprendidos dos de los acusados practicaban la cacería, mientras que el tercero realizaba funciones de vigilancia con el coche.

Asimismo, el Ministerio Fiscal, que solicita para cada uno de ellos una multa global de 2.160 euros, sostiene en su escrito de acusación que los perros carecían también de las correspondientes cartillas de vacunación y tampoco tenían el chip electrónico de identificación.