Henos aquí de nuevo asustados y alarmados por esa pandemia que, ingenuos, esperanzados, creíamos ya derrotada o a punto de estarlo. Esa variante, procedente, al parecer, de Sudáfrica, llega cuando aquí se estaba intensificando la vacunación con la tercera dosis y cuando aumentaba nuestra ración de seguridad. Pero, claro, el común de los mortales de estas tierras quizás no haya reparado en que no todos los lugares del mundo, ni siquiera de Europa, están como nosotros. En África, solo está vacunada al completo un 7% de la población. Sí, han leído bien: únicamente este bajísimo porcentaje en un continente donde abundan la pobreza, la miseria, la mala alimentación y una salubridad más que escasa. ¿Es, por tanto, extraño que la covid adopte allí nuevas formas y se convierta, otra vez, en amenaza? Los expertos lo tienen claro: la plaga no desaparecerá hasta que la inmunización no alcance a todos o a la mayoría. Por eso, la aparición de Ómicron, nombre griego dado a la variante sudafricana, no ha sorprendido a quienes conocen a fondo la situación. Y nos advierten de que vendrán más alteraciones y que es necesario estar preparados y no bajar la guardia ni creer que ya estorban las mascarillas, la distancia de seguridad y otras medidas. Haríamos mal en confiarnos solo y exclusivamente a las vacunas sin poner de nuestra parte todo lo necesario para evitar más confinamientos, toques de queda, cierres de establecimientos, etc. Y haríamos bien en proveernos de una buena dosis de solidaridad y apoyo a quienes no les han llegado las vacunas porque no tienen dinero o sus países no pueden permitirse la compra masiva. Nuestro egoísmo (yo, yo y yo y los demás que arreen) puede ser nuestra condena o, al menos, nuestra desazón, nuestro temor y nuestro varapalo económico y social porque, tras la sexta ola, puede venir la séptima y la octava y la novena. Cuando hay tantos millones de personas sin vacunar, la covid no estará, ni mucho menos, derrotada. Y se extenderá en cuestión de horas por todo el orbe. Conviene no olvidarlo. Y ayudar a las naciones que lo necesitan.