El futuro de los jóvenes españoles parece tener buenas expectativas. Lejos quedan los años en los que los ninis, el colectivo de entre 19 y 29 años que ni estudian ni trabajan, destacaban en España, además de ser una fuente de preocupaciones para la familia, la sociedad, la economía y los sucesivos Gobiernos. En los años más duros de la crisis financiera, entre 2008 y 2014, este grupo llegó a superar los 1,9 millones de integrantes. 

Afortunadamente, las cifras se han ido reduciendo con el tiempo, hasta alcanzar este año el millón de ninis, concretamente 1,05 millones de chavales, según los datos que recoge la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE correspondientes al primer trimestre de 2019, lo que supone un dato muy similar al del pasado año pasado, 1,01 millones, y cercano a la época previa a la crisis de 2007, cuando se registró 1,008 millones de personas que ni estudiaban ni trabajaban.

Estas estadísticas se recogen desde hace 15 años, en 2005 y, teniendo en cuenta toda la serie, el dato de principios del presente ejercicio es el tercero mejor de la Historia en España.

Los  jóvenes de ese colectivo llegaron a ser cerca de 1,6 millones a finales de 2012, aunque el mayor pico se registró en el tercer trimestre de 2009, en plena recesión, cuando se alcanzaron los más de 1,9 millones chavales en esta situción de ociosidad.

La evolución por sexos se ha invertido en dos ocasiones durante la crisis. Si poco antes del inicio de esta se registraban más mujeres que hombres, durante el período de depresión económica eran los varones los que sobrepasaban a las ninis. Sin embargo, es a partir del ejercicio 2016 cuando vuelven a ser ellas las más numerosas.