El presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, defendió ayer el municipalismo como una de las «señas de identidad» de la Comunidad Autónoma, pero también como el elemento «garante de la cohesión territorial de cada una de sus nueve provincias». Fuentes agradeció también la labor de los equipos de Gobierno municipales en los 2.248 municipios de Castilla y León, especialmente «en estos momentos de crisis».
El presidente de las Cortes realizó estas declaraciones durante su intervención en el acto de presentación del libro Fuero de Brañosera (Estudio y edición crítica), editado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, en el que han participado varios catedráticos. Se trata de una publicación que pretende desentrañar el complejo proceso de transmisión del Fuero, considerado la primera carta puebla de España, lo que supuso en el año 824 la creación del primer municipio del país.
Fuentes recordó que en el Preámbulo del Estatuto de Autonomía de Castilla y León existe una referencia a esta localidad norteña como el primer Ayuntamiento de España, un acontecimiento que fue respaldado por las Cortes de Castilla y León, con la concesión de la Medalla de Oro en el año 2011.
Para Luis Fuentes, el Fuero de Brañosera, como elemento inspirador del municipalismo en España», es «el principal elemento para entender el papel que han de desempeñar los ayuntamientos en el siglo XXI». «Porque el enorme valor de este Fuero no reside solo en la concesión de derechos a los repobladores. Con él nacía también una estructura política y territorial que, en este momento, casi 1.200 años después, sigue siendo el pilar básico de nuestra convivencia», afirmó el presidente.
Brañosera, mucho más que un Fuero - Foto: Wellington Dos Santos Pereira
Por otro lado, animó a comenzar a trabajar en los actos de conmemoración del 1.200 aniversario del Fuero de Brañosera, que «es y será el origen del municipalismo en el mundo».
INTERÉS LINGÜÍSTICO
En paralelo, Fuentes puso en valor el «enorme interés lingüístico» del Fuero de Brañosera, otorgado el 13 de octubre del año 824, que «pone al romance hablado en Palencia en los orígenes del español». Con esta publicación, Luis Fuentes consideró que «se devuelve a los castellanos y leoneses un texto que, siendo de todos, hasta ahora solo estaba al alcance de los académicos y de los especialistas».
Así, el presidente de las Cortes considera que «no se puede pedir más» a esta publicación, que sale a la luz con la supervisión del director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja. La obra ha sido desarrollada por el paleógrafo-diplomatisma José Manuel Ruiz Asencio, de la Universidad de Valladolid; el historiador del Derecho Félix Martínez Llorente, de la Universidad de Valladolid; y por los filólogos José Antonio Bartol, de la Universidad de Salamanca, y José Ramón Morala, de la Universidad de León. Una edición desde una mirada crítica en la que se destaca el «puesto de honor» de la provincia palentina, y más concretamente del municipio montañés, en el estudio del nacimiento del romance castellano.