El CD Becerril ha comenzado la fase de permanencia en Tercera División con un resultado favorable que le da ánimos para los siguientes partidos. Blanco fue el encargado de rubricar la victoria con un gol de penalti en el 69 al CD Colegios Diocesanos, quinto en la clasificación.
Los de Edu Narganes no comenzaron muy acertados la primera parte, en la que los abulenses dominaron con una mayor posesión del balón y varias ocasiones de gol tras varios remates de saques de esquina. Mayorga realizó dos disparos muy peligrosos a la portería del Becerril, pero Sevi consiguió despejarlos sin problemas y evitar así el gol rival.
Conforme avanzaba el partido la presión de los amarillos disminuyó, pero los locales no parecían animarse. Sin embargo, Melero se encargó de centrar el balón a Kuko en una falta cometida cerca del área rival. El delantero remató la pelota y marcó un gol en el minuto 39 que fue anulado por el árbitro por fuera de juego.
Aunque este gol no sumara puntos en el marcador sí levantó el ánimo de los palentinos, que antes de terminar la primera parte tuvieron otra ocasión con un saque de esquina que remató Jesús de cabeza, pero se escapó por encima del larguero.
Tras el paso por vestuarios el Mariano Haro vivió un partido totalmente diferente, en el que el balón se volvió de color morado. Eloy buscaba la banda repetidamente apoyándose en Kuko, pero Darío consiguió interceptar el balón antes de que alcanzara su portería.
Fue entonces cuando Riki, que llevaba cinco meses lesionado, salió al campo en sustitución de Melero. Recibió una zancadilla dentro del área rival que lo derribó, causando así un penalti.
Blanco engañó al portero con un balón raso por la izquierda con el que los palentinos obtuvieron la ventaja (1-0). El resto del partido el Becerril tuvo más ocasiones de gol que no llegaron a culminar. «Necesitábamos esta victoria para levantar el ánimo. Los jugadores han visto su esfuerzo recompensado y cambia la dinámica del equipo», explica el entrenador.
Finalizó así el primer partido de la fase de permanencia al grito de «¡sí se puede!» de la afición, alegre tras la victoria que no sólo concede al equipo tres puntos en la clasificación, sino que actúa como impulso de cara a los próximos 11 duelos. «Si hemos conseguido ganar a uno de los rivales más fuertes, podremos alcanzar la permanencia», concluye Narganes.