Acechando a Boris Johnson

M.R.Y. (SPC)
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El ministro de Economía y la responsable de Exteriores se perfilan como posibles sucesores de un 'premier' en horas bajas

Acechando a Boris Johnson

Boris Johnson ha conseguido una insólita unidad entre los conservadores británicos, un partido en el que las puñaladas al líder forman parte integral de su tradición. El mandatario tory ha logrado erigirse en el jefe de filas indiscutible cuyo poder no se cuestiona. Al menos por el momento. Y, mientras, entre bambalinas, los secundarios comienzan a mover ficha para aspirar a sucederle, conscientes de que, tarde o temprano, el excéntrico primer ministro tendrá que ceder su trono.

El baile de candidatos es constante y todo apunta a que seguirá, aunque hay dos participantes que parecen los señalados para batirse en el duelo final -el ministro de Economía, Rishi Sunak, y su homóloga de Exteriores, Liz Truss-, mientras otros que figuraban en las apuestas están ya perdiendo fuerza conforme la música continúa.

Dominic Raab partía como gran favorito a relevar a Johnson. De hecho, fue quien sustituyó al premier durante el ingreso del mandatario tras contagiarse por coronavirus. Sin embargo, su gestión de la crisis internacional desatada tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes le hizo caer en desgracia y hace apenas unas semanas fue relevado del cargo de ministro de Exteriores. Ahora, desde una posición más discreta, ejerce como titular de Justicia y todas las opciones que parecía tener para liderar el Partido Conservador en un futuro cercano se han disipado. 

También está descartado Michael Gove, quien intentó plantar cara a Johnson en las primarias de 2019 y quien desde el Departamento de Vivienda no podrá hacer sombra tampoco a su jefe de filas desde un cargo tan poco trascendente.

Mejor puesto de partida tiene Priti Patel, ministra del Interior consolidada en su puesto tras la última reforma del Gobierno -llevada a cabo el pasado mes de septiembre-. Señalada por muchos hasta hace unos meses para ocupar, en un futuro no muy lejano, el 10 de Downing Street, el ascenso imparable de Truss parece haberla relegado a un segundo plano. 

Y es que la nueva titular de Exteriores -sustituyó a Raab tras la gran remodelación en el Ejecutivo y después de haberse encargado, con gran éxito, de la cartera de Comercio Internacional- ha ganado enteros entre la militancia en muy poco tiempo.

Conversa al Brexit tras rechazarlo de entrada en el referéndum de 2016, la conservadora, de 46 años, es el miembro del Gabinete mejor valorado por las bases del partido, por delante, incluso, del propio Johnson. De imagen dura, aunque con gran sentido del humor, muchos ven en ella a la sucesora nata de Margaret Thatcher.

Tras ser nombrada jefa de la diplomacia británica, se ha convertido en la segunda política con más peso en el Gobierno y su auge ha hecho poner en duda la continuidad de un Johnson cada vez más cuestionado. Eso sí, ella aspiraba a ocupar el Ministerio de Economía, la cartera que dirige el que, previsiblemente, será su principal adversario por el liderazgo conservador.

Chico de oro

Si Truss parece la mejor posicionada para sustituir a Johnson en el medio-largo plazo, Sunak tiene, al menos por el momento, las mejores papeletas para convertirse a corto plazo en primer ministro. Considerado el chico dorado de los tories, su nombramiento al frente de Economía en febrero de 2020 supuso una sorpresa. El joven político, entonces de 39 años, sustituía a Sajid Javid, considerado uno de los pesos pesados de la formación, para tomar el timón de las finanzas británicas en pleno renacimiento del país tras el Brexit. Sin embargo, su labor más destacable ha sido controlar la economía durante la pandemia que llegó apenas unas semanas después de acceder al cargo. Su gestión, con la puesta en marcha de medidas drásticas para atajar el declive de empresas y trabajadores y regando la economía de libras en contra de sus propias credenciales, le sirvió para convertirse casi en una celebridad. Ahora le toca la cara amarga: la imposición de subidas de impuestos para capear la inflación comienza a desgastar su popularidad.

Es por esto por lo que Sunak, que lideraba hasta ahora las encuestas en su partido, ve cómo su oportunidad puede volar con el paso del tiempo.

Johnson, mientras, parece ajeno a esta pugna por sucederle. Su liderazgo, al menos de momento, no se discute en el bloque conservador. Pero sí en una ciudadanía cada vez más descontenta con su primer ministro -un 49 por ciento desaprueba su trabajo- que podría obligarle a una despedida adelantada. Y, por eso, en el Partido Conservador quieren estar preparados.