Marta Martínez Quirce fue reelegida como secretaria general de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FESP) de UGT en Palencia para los cuatro próximos años con un apoyo del 96 por ciento de los delegados que acudieron al congreso.

En el mismo hubo que reducir la representación de los distintos sectores para no superar el aforo del salón de actos de la Casa del Pueblo. Así, asistieron 30 delegados representantes de los distintos sectores Sanidad, Enseñanza, Administración Autonómica, Administración Local, Servicios a la Comunidad, Administración del Estado y Sociosanitario.

Además de tratar asuntos propios internos de la federación, se aprobaron dos resoluciones. La primera para rechazar el «acuerdo unilateral» firmado por la Consejería de Sanidad «con un sindicato corporativo» por el cual se incrementa la masa salarial «únicamente para el colectivo de Enfermería». «Entendemos que es un comportamiento injusto con el resto de personal que trabaja en los servicios sanitarios y que también se merecen un reconocimiento por el trabajo realizado», señalan Martínez Quirce. «Todos los sanitarios han hecho un gran esfuerzo en los tiempos que dura la pandemia y no solo no se han visto recompensados sino que se han visto menospreciados por la Consejería de Sanidad», añade.

En la segunda resolución, y entendiendo que los responsables de los servicios sanitarios se ven «desbordados por la limitación de vacunas y las prioridades en su distribución», pidieron a las autoridades sanitarias que los trabajadores de los servicios públicos que ejercen su trabajo en contacto directo con personas sean tratados como prioritarios en la vacunación.