El fiscal ha solicitado para un hombre identificado como O.F.F. una pena global de 14 años de prisión al acusarle de un delito continuado de agresión sexual, otro de maltrato psicológico habitual y un tercero de amenazas leves hacia su esposa durante los 20 años que llevaba de matrimonio.

Según el escrito de acusación provisional al que ha tenido acceso Diario Palentino, el acusado, un año después de contraer matrimonio en 2001, supuestamente ha venido insultando a su esposa con expresiones como «subnormal» o «mongol». Asimismo, la sometía a críticas constantes, limitaba sus relaciones sociales o con su familia, no gustándole además que trabajase fuera del hogar, de modo que si salía se enfurecía, golpeando objetos y mobiliario. 

El fiscal mantiene que el acusado presenta inestabilidad comportamental, ira, impulsividad, conducta violenta; es celoso y posesivo, mientras que el consumo de hachís en él provoca irritabilidad, dando lugar a que su esposa tuviese dificultad para tomar decisiones, además de presentar baja autoestima, miedo a las reacciones del acusado ante el planteamiento de ruptura, sufriendo de estrés postraumático, baja tendencia a la queja y alta capacidad de resiliencia.

Por otro lado, durante toda su relación sentimental como pareja, el acusado, con el fin de aplacar sus instintos libidinosos, mantuvo relaciones sexuales con acceso carnal con su esposa, «en muchas ocasiones en contra de su voluntad», en la creencia distorsionada de que por ser mujer estaba obligada, utilizando una actitud intimidatoria consistente en romper enseres domésticos si no accedía a mantenerlas, por lo que la víctima, para que no se enfadara, terminaba por consentir.

El fiscal relata también que sobre las 3,30 horas del día 5 de agosto de 2018, el acusado, tras regresar su esposa al domicilio familiar, «no gustándole que hubiese regresado tarde del trabajo»,  le dijo con ánimo de infundirle temor: «te vas a enterar; te vas a cagar», comenzando a golpear puertas y muebles.

De modo habitual, durante toda su relación y con el mismo ánimo, le decía que si le veía hablar con alguien le iba a «arrancar la cabeza» o que «iba a llorar sangre».

La Fiscalía pide para el acusado que indemnice a su esposa con 6.000 euros por daños morales.