Bar El Reloj, un local con mucho nombre

Noelia Tadeo
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Bar El Reloj, un local con mucho nombre - Foto: Óscar Navarro

Diferenciarse de la competencia es el primer paso para lograr clientes. Después, toca trabajar para mantenerse en pie. Esto lo sabe bien María, quien desde agosto de 2011 cogió las riendas del bar El Reloj y puso su toque brasileño en sus consumiciones y raciones.

Este establecimiento, ubicado en la calle La Puebla, número 16, no siempre ha llevado el mismo nombre que cuando abrió sus puertas, hace al menos 35 años. Cuando María llegó a la barra, los anteriores dueños le habían dado otra denominación. Sin embargo, los clientes se referían a él como El Reloj, por eso, con la reforma integral llevada a cabo en 2019, recuperó su nombre original.

Esta mujer es la encargada de levantar la persiana a diario, de lunes a domingo, pues no cierra por descanso. Junto a ella, como apoyo habitual, está su pareja Gonzalo, quien echa una mano siempre que puede. Ambos ofrecen una atención sin parangón, completada con su característica amabilidad y sus exquisitas viandas.

Cabe mencionar que con cada consumición, ya sea un refresco, una caña o un vino, agasajan a la clientela con una rica tapa. Tortilla de patata, chorizo frito, pan con jamón y tomate... así hasta completar una infinita lista de opciones a las que se suman raciones como los huevos rotos, los calamares a la romana o las gambas al ajillo, por mencionar algunas. 

Aunque si hay alguna sugerencia que destaca por su origen brasileño y que María guisa a la perfección es la picanha, un plato elaborado a base de carne de ternera con todo el estilo de Brasil. Pero también es llamativa la coxinha, un aperitivo de pollo similar a una croqueta. Ambos exquisitos

La oferta culinaria es muy amplia, pues no podemos dejar de lado las hamburguesas y los sándwiches o las alitas de pollo. Además, lo hacen a cualquier hora del día, aunque el cierre del local esté próximo.

Incluso, debido a su cierre tardío, sobre la una de la madrugada de lunes a jueves y las dos y media los fines de semana, tampoco faltan las copas, donde sobresale la caipiriña, y la buena música, ideales para disfrutar de un buen rato.