Tradicionalmente, el verano es la época del año que los jóvenes de 18 años eligen para sacarse el carné de conducir. Las vacaciones tras finalizar el curso escolar son el momento en que Tráfico y las autoescuelas se preparan para recibir un aluvión de aspirantes a conductores. Unas pruebas, tanto teóricas como prácticas, que se han reducido un 26,4% en los últimos tres veranos.

En concreto, los exámenes teóricos han pasado de los 1.022 que se realizaron en los meses de junio, julio y agosto de 2019 a los 685 del mismo período de este año, lo que supone una bajada del 33%. Los de maniobras han pasado de 233 en 2019 a los 171 de este año, una caída del 25,6%, mientras que los de circulación han disminuido un 19,4%, en concreto, de 942 en 2019 a 759 en 2021. El mayor descenso en los tres casos se ha producido entre el año pasado y este, con una caída en general del 20,5%.

El jefe provincial de Tráfico, Fernando Alonso, cree que esta disminución progresiva en la demanda de nuevos permisos de conducción, que afecta a toda España, obedece a distintas causas. En primer lugar, destaca la actual situación económica, agravada por la crisis de la Covid-19. «En especial, el paro juvenil dificulta o incluso impide la obtención del carné;en Palencia, las autoescuelas cobran aproximadamente 900 euros de media por obtener el permiso a la primera, más la tasa que cobra Tráfico para presentarse a examen que asciende a 93,12 euros», explica Alonso.

También destaca el «incesante incremento» de servicios por parte de los teléfonos móviles, que ha reducido la necesidad de desplazarnos físicamente a numerosos lugares. «No olvidemos que los móviles y ordenadores portátiles nos permiten trabajar, comprar, relacionarnos socialmente y realizar trámites administrativos sin movernos de casa», añade Alonso, quien señala además las aplicaciones móviles que permiten a la población utilizar vehículos compartidos. Es decir, «nos posibilitan los desplazamientos en turismos sin necesidad de tener un permiso de conducción propio», explica.

El auge de los medios de transporte alternativos, como las bicicletas o los patinetes eléctricos, que no requieren un permiso y facilitan la movilidad en las ciudades, es otra de las razones que Alonso aporta para explicar el descenso de la demanda. 

Asimismo, el jefe provincial de Tráfico se refiere al «progresivo incremento de las restricciones de circulación» a los vehículos particulares en las ciudades, ya sea para reducir emisiones contaminantes o como argumento para reducir el número de accidentes y atropellos.

«El elevado coste de adquisición y mantenimiento de los vehículos particulares desincentiva la previa obtención de nuevos permisos de conducción», señala Alonso.

Examinadores. En la actualidad, el equipo de examinadores de la Jefatura Provincial de Tráfico está compuesto por tres funcionarios. «Dos pertenecientes a la propia Jefatura y una examinadora que nos ha destinado temporalmente la Dirección General de Tráfico para atender el incremento de la demanda de exámenes de verano», explica Alonso. No obstante, ya ha solicitado que ese refuerzo continúe. «Depende de la DGT y, si nos asignan un cuarto, estaría encantado», añade.

Las bajas médicas sufridas por dos de ellos durante el verano -uno ya se ha reincorporado-, ha reducido la capacidad para poder realizar un mayor número de exámenes de circulación y ha provocado una acumulación de alumnos pendientes de realizar dichas pruebas.

Sin embargo, la Jefatura Provincial «ha podido realizar sin retraso todos los ejercicios teóricos y de maniobras solicitados por las autoescuelas y los aspirantes libres», asegura Alonso. «Aun así, el número de exámenes teóricos y de maniobras realizados este mismo verano también ha descendido», recuerda.

En todo caso, verano «siempre es la época del año donde se alcanza el pico de convocatorias», subraya Alonso, «porque muchos jóvenes acaban los estudios y quieren aprovechar estos meses para sacarse el carné de conducir». El perfil predominante sigue siendo el habitual, es decir, «chavales de entre 18 y 20 años que quieren su carné y aprenden rápido».

Los de motocicletas y vehículos de gran tonelaje son permisos con mucho menos volumen de demandantes. «El problema de los vehículos pesados es que normalmente exigen más exámenes: teórico específico, maniobras y circulación. Además, parece ser que el mercado de transportes necesita conductores y que hay mucha demanda pero poca oferta», añade.

A partir de septiembre, eso sí, el volumen de demanda empieza a bajar. Es en diciembre, con las vacaciones de Navidad, cuando se repite la historia. «Hay menos volumen que en verano, pero también aprovechan ese período para presentarse. Son los dos picos de alta demanda», expresa Alonso.

Tipos de exámenes. Existen dos tipos de exámenes teóricos, el común y el específico, con distintos resultados. El común, que deben superar los aspirantes al permiso básico de motocicleta y turismo, anotó en 2019 y 2020 una tasa de aptos muy similar, 69,5 y 69,3%, respectivamente. Este año, sin embargo, el porcentaje ha descendido hasta el 62,2%.

El teórico específico, que ha de superarse para obtener los permisos de las motocicletas más potentes, camiones, autobuses y remolques, ha ido aumentando progresivamente su porcentaje de aptos, pasando del 78,3% en 2019 al 85,7% de este año. 

Por su parte, el examen de maniobras es requerido por algunos permisos y licencias en particular. Se realiza en una pista cerrada al tráfico, en la que se demuestra la soltura y destreza en el manejo del vehículo en cuestión. En el caso del permiso B, si bien requiere de la realización de maniobras, estas se realizan dentro del examen práctico, no siendo necesario un examen específico de maniobras. Su tasa de aptos ha pasado del 40,3% de 2019 al 48% de 2021.

Por último, los exámenes de circulación también han experimentado un crecimiento progresivo en el número de aptos, siendo del 45,8% en 2020 y alcanzando el 53,2% durante lo que va de año.