A finales del año pasado dejó definitivamente su empresa de maquinaria agrícola en la calle Andalucía del polígono industrial. No quería que desapareciera porque era el trabajo de toda una vida al servicio del sector primario, así que propició que pasara a manos de uno de los empleados que más tiempo llevaba con él y que conoce, como nadie, los secretos del negocio, la calidad de los artículos y la cartera de clientes. 

Así las cosas, la firma que José Luis Delgado trajo a Palencia a mediados de los años ochenta, como delegación de la empresa familiar, ubicada en Sahagún, ya no lleva su nombre, pero da continuidad a una labor que le ha dado satisfacciones y una buena forma de vida.

«De los 65 a los 68 años estuve prejubilado y a finales del 2020 lo dejé del todo y me jubilé, aunque los dos primeros meses de este 2021 he estado echando una mano al nuevo propietario, aunque conoce de sobra el negocio», explica nuestro protagonista para confesar, a renglón seguido, que todavía está reorganizando su agenda diaria. Ya no puede llenarla con horas de oficina, encuentros con proveedores y visitas a los agricultores, sino con la gestión del tiempo libre a jornada completa. Seguro que no tendrá problemas para conseguirlo, aunque de momento reconoce estar «un poco despistado».

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