El Real Madrid remontó con casta en Mestalla cuando veía de cerca la derrota ante un Valencia que se sobrepuso a todo, incluido las bajas y las lesiones en la primera parte de Carlos Soler y Thierry Correia. En solo dos minutos el equipo de Carlo Ancelotti le dio la vuelta al partido en su segunda remontada consecutiva, amparado en la sociedad formada por el brasileño Vinicius, que firmó su quinto tanto en su versión más letal y asistió a Karim Benzema. Los cambios valientes del técnico italiano dieron resultado y sirven para igualar la mejor racha madridista como visitante con 18 encuentros invictos.
La defensa de la corona rojiblanca no ha comenzado como se esperaba en un equipo de la firmeza que asegura Diego Simeone. Intentando encajar retoques que mejoran el bloque, como Rodrigo de Paul en el centro del campo o Antoine Griezmann en la delantera, el Atlético de Madrid de momento está seco. Ahí reside su primera duda por la falta de fluidez en los últimos metros, con siete tantos en seis partidos y dos encuentros consecutivos sin goles en el Metropolitano.
Al estreno europeo le sumó el duelo ante el Athletic Club en el que su resultado pudo ser peor si Iñaki Williams y Villalibre no llegaran a perdonar lo que un delantero nunca debe fallar. No hay preocupación en casa atlética porque los 11 puntos de 15 posibles calcan el inicio del pasado curso en el que se proclamó campeón. Tampoco autocrítica hacia Joao Félix por su gesto llamando "loco" al colegiado que complicó el partido.
Respondió Radamel Falcao a la expectación suscitada por su regreso a España ocho años y cuatro meses después. Tardó solo 10 minutos en marcar para el Rayo Vallecano, con el estadio de Vallecas rendido a su nuevo referente que además participó en otro tanto a un Getafe que se hunde sin síntoma alguno de reacción. El delantero colombiano fue suplente pero en cuanto pisó el césped, mostró el hambre con el que vuelve. Su celebración dejó el primer rugido de 'El Tigre', punta de lanza de un equipo tan valiente como su entrenador, Andoni Iraola, que se ha convertido en sensación de LaLiga Santander. Dos goleadas seguidas en su estadio, a Granada y Getafe, sin encajar un solo tanto, divirtiendo con su verticalidad y con bases sólidas para lograr el objetivo de la permanencia.
El duro castigo que recibió el RCD Espanyol en la cuarta jornada de LaLiga Santander, remontado en su estadio por el Atlético de Madrid en el minuto 99 tras los 10 de añadido que concedió el colegiado, tuvo una rápida oportunidad de revancha que no fue desaprovechada.
Perdía el equipo de Vicente Moreno en el Benito Villamarín, remontada en un partido al que pudo asestar un golpe definitivo con una ocasión de Adrián Embarba. En esta ocasión los ocho minutos de alargue jugaban a su favor y a uno del final apareció Cabrera para enganchar un zurdazo potente a la red desde la frontal del área y saldar cuentas.
Dos partidos y dos triunfos lejos de Pamplona sitúan a Osasuna en posición europea tras cinco jornadas de LaLiga Santander. El que sobre el papel era un duelo directo, ante el Alavés en Mendizorroza, lo convirtieron en un ejercicio de superioridad. David García no tiene techo, uno de los defensas que mejor ha comenzado el campeonato. Su segundo tanto del curso puso en ventaja a su equipo y Roberto Torres puso el broche desde el punto de penalti. Su triunfo pudo ser más holgado y demuestra la comodidad con la que interpreta el papel de visitante.