El Club Deportivo Becerril afronta esta tarde (17 horas) un nuevo duelo de su intenso comienzo de año, donde tras un  mes de enero plagado de encuentros (y sus tres primeras victorias), en febrero tampoco le está faltando dureza al calendario, con duelos como en el que le medirá en el Mariano Haro al segundo de la clasificación, el Atlético Astorga.

Un conjunto palentino que sumaba un empate el pasado sábado en La Virgen del Camino (0-0), donde llegó muy mermado de efectivos y el miércoles cedía en el derbi aplazado semanas atrás frente al Palencia Cristo en La Balastera (1-0).

Dos duelos que el equipo de Edu Narganes (que hoy regresará al banquillo) tuvo que disputar con  sensibles ausencias, pese a lo cual al menos regresó con un punto de tierras leonesas y solo una jugada desgraciada (un disparo lejano que fue desviado al tocar en un jugador becerrileño y descolocó a Sevi) impidió que sumara otro ante el líder Palencia Cristo.

Hoy los palentinos contarán con la mayoría de sus efectivos, salvo el joven Rebollo, que jugará por la mañana en la Regional juvenil con el San Antonio. La convocatoria definitiva se conocerá antes el partido.

ASTORGA. Segundo de la clasificación a dos puntos del Palencia Cristo, el conjunto maragato ganaba por 2-0 al Becerril en su enfrentamiento de la primera vuelta.

Es un equipo que, en palabras de Narganes, «parece que está teniendo un pequeño debe en los partidos fuera de su campo [ha sumado seis puntos de los 21 posibles como visitante], pero está confeccionado para estar en la zona más alta. Necesita  sumar todos los puntos posibles para seguir arriba».

Su equipo, mientras tanto, ha conseguido siete de sus 11 puntos en el Mariano Haro. «Esta semana nos ha costado un poco. Entrenamos viernes y sábado, aunque han sido entrenamientos más de descarga, para que Laura, la fisioterapeuta, hiciera su trabajo. Para gente que se levanta a las siete de la mañana a trabajar y tiene que malcomer para poder entrenar y jugar, esos partidos entre semana pasan factura».

Sufrieron en La Balastera, mermados y en un campo donde no tienen tan cogidas las medidas como en el Mariano Haro, donde «sabemos cómo tenemos que hacerlo».

El Astorga exigirá el máximo de un Becerril que necesita volver a sumar para mejorar en la tabla, donde es el penúltimo clasificado.